El Banco de España rebaja su previsión de PIB al 1,4% para 2023 por la mayor inflación

El Banco de España rebaja su previsión de PIB al 1,4% para 2023 por la mayor inflación

La recuperación del nivel previo a la pandemia se retrasaría probablemente hasta el primer trimestre de 2024, esto es, unos dos trimestres más tarde de lo proyectado en junio. Pero «no percibimos que este retraso tenga consecuencias estructurales», ha destacado Ángel Gavilán, director general del área de Economía y Estadística del organismo.

Si se comparan las proyecciones con las publicadas el pasado mes de junio, el Banco de España estima ahora un alza del crecimiento del PIB de 0,4 puntos porcentuales para 2022. Entre las razones para esta mejora está, fundamentalmente, el avance más intenso de la economía durante el segundo trimestre del año de lo que se estimaba en junio.

Como detalla, tras el repunte de la actividad del segundo trimestre, diversos desarrollos, que se han visto potenciados por la guerra en Ucrania, han incidido negativamente sobre la actividad en los meses de verano y han ensombrecido las perspectivas económicas a escala global de cara a los próximos trimestres. Además, han afectado a las decisiones de gasto de los agentes privados, en España y en otros países, al dañar su confianza y exacerbar la pérdida de renta real.

Con la información disponible para los meses de agosto y septiembre, todavía incompleta, se estima que el crecimiento del PIB en el tercer trimestre del año podría haberse situado en el 0,1% en tasa intertrimestral. Además, de cara a los trimestres más inmediatos, los elevados precios del gas y de la electricidad afectarán adversamente a la actividad económica, prevé el Banco de España. No obstante, vaticina que la actividad recobrará un vigor creciente a partir de la primavera, cuando se verá impulsada por la conjunción de diversos factores., como un alivio gradual de las tensiones en los mercados de la energía, la resolución paulatina de las alteraciones en las cadenas de aprovisionamiento global y un mayor despliegue relativo de los fondos europeos vinculados al programa Next Generation (NGEU).

En cambio, el crecimiento proyectado para 2023 es 1,5 puntos porcentuales menor que el que se contemplaba en las anteriores previsiones. Las mayores tasas de inflación proyectadas, las condiciones de financiación menos favorables, las dificultades para que las empresas de las ramas más afectadas por el recrudecimiento de la crisis energética desarrollen su actividad, el aumento de la incertidumbre y el debilitamiento de la demanda global son factores que contribuyen a explicar esta notable revisión a la baja en el crecimiento del próximo año.

De esta manera, el Banco de España se muestra más pesimista que el propio Gobierno. Esta semana, se presentaba el cuadro macroeconómico que acompaña a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023. El Ejecutivo espera ahora que la economía española crezca un 4,4% este año y un 2,1% en 2023. «Se trata de una revisión prudente atendiendo a los importantes factores de incertidumbre sobre la evolución económica internacional de los próximos meses», comentaba.

¿Logrará España esquivar la recesión que acecha a la zona euro? «El crecimiento de los próximos trimestres está sometido a una incertidumbre tremenda, por lo que no se puede responder», ha respondido el director general del área de Economía y Estadística, que ha añadido que sí se espera una «desaceleración significativa» en el tercer trimestre, que se va mantener en los próximos.

INFLACIÓN MÁS ELEVADA Y PERSISTENTE

Precisamente, en cuanto a la inflación, el Banco de España cree que los precios avanzarán a un mayor ritmo a lo largo de todo el horizonte de proyección, con lo que contempla tasas de inflación significativamente más elevadas y persistentes que las previstas en junio. No obstante, hay indicios de que los precios no van a seguir escalando.

En particular, se espera una inflación media del 8,7% para 2022, que se moderará gradualmente hasta el 5,6% y el 1,9% en 2023 y 2024, respectivamente. Como explica el organismo, esta revisión al alza viene motivada, entre otros factores, «por las sorpresas que se han observado recientemente en el avance de los precios, por las nuevas sendas previstas a futuro para los precios de la energía y por el hecho de que se considera un euro más depreciado».

Calcula que la inflación subyacente, por su parte, alcanzará el 3,9% este año y se moderará hasta el 3,5% y el 2,1% en 2023 y 2024, respectivamente. No se espera que el componente subyacente descienda desde sus elevados niveles actuales hasta la próxima primavera. La razón es que durante los próximos meses continuará completándose la traslación de los recientes incrementos de costes de las empresas a sus precios de venta.

El Banco de España destaca que los riesgos sobre estas proyecciones, que están sometidas a una extraordinaria incertidumbre, se encuentran orientados a la baja para la actividad y al alza para la inflación.

BOLSA