La rebaja del rating es un reflejo las proyecciones de la agencia en cuanto a los fondos de operaciones (FFO por sus siglas en inglés) del grupo, los cuales se debilitarían para el periodo 2022-2026 debido a que la compañía no prevé el ingreso de dividendos procedentes de Tallgrass Energy hasta el ejercicio de 2026.
Fitch ha destacado la «altamente predecible, aunque decreciente, trayectoria de ingresos regulados» de Enagás en España, además de la política de dividendos «onerosa y totalmente comprometida», ambos hasta 2026.
En el informe difundido este viernes se detalla que la perspectiva de la calificación es estable, no obstante se llama la atención sobre la incertidumbre que generan las actuales necesidades de Europa para reducir su dependencia del gas ruso, lo que se podría traducir en nuevas infraestructuras gasistas.
Asimismo, el aumento de las inversiones en la transición energética contribuirá a la presión sobre las métricas de apalancamiento de la compañía al final del período de previsión. «Prevemos que el apalancamiento se sitúe sistemáticamente por encima de nuestra directriz negativa de 5,3 veces para una calificación ‘BBB+’ en 2022-2026», ha explicado Fitch.
Para la agencia de calificación, el restablecimiento de las métricas crediticias a ‘BBB+’ a medio plazo está limitado por los dividendos comprometidos y las oportunidades de crecimiento y depende de la resolución de dos procesos de litigio de la compañía en Perú.