La agencia cree que la falta de crecimiento y los costes más altos podrían impulsar la consolidación del mercado en países como Italia, España y Reino Unido para mantener el ritmo de las inversiones y mejorar los rendimientos si hay una estanflación prolongada y sostenida.
Como detalla en un informe, las presiones competitivas y la capacidad de repercutir el aumento de los costes también varían según el país: «A los operadores de línea fija y móvil de España e Italia les resultará más difícil aumentar los precios debido a la intensa competencia de los operadores que necesitan aumentar la escala de suscriptores». Por el contrario, los operadores de telecomunicaciones de Reino Unido han establecido contratos vinculados al IPC que permiten automáticamente aumentos de precios. Los operadores en mercados más estables como Francia y Alemania también pueden tener una mayor flexibilidad para aumentar los precios para compensar los costos más altos, asegura Fitch Ratings.
En cuanto a las operadoras, considera que el impacto diferirá según el mercado y dependerá de las estructuras de costes y su capacidad para transferir precios más altos a los usuarios finales. «Esto será impulsado por la dinámica competitiva y la prevalencia de contratos ligados a la inflación en cada mercado».
«Los proveedores de infraestructura de telecomunicaciones, como los operadores de torres de telefonía móvil como Cellnex e INWIT, están en mejores condiciones para repercutir el aumento de los costes debido a las bases de clientes cautivos y los contratos a largo plazo vinculados a la inflación que repercuten en los costes energéticos. Los operadores de telecomunicaciones fijas y móviles completamente integrados tienden a tener contratos de clientes más cortos, exposición a las fluctuaciones de la demanda y una capacidad variable para aumentar los precios», señala la agencia.
Además, comenta que el impacto de la inflación también dependerá de la combinación de costes salariales, de energía, programas de reducción de costes existentes de cada empresa, el alcance de la cobertura y el uso de acuerdos de compra de energía (PPA), y el alcance del arrendamiento de activos y proporciones de deuda de tasa variable en estructuras de capital. «Los márgenes de las empresas que despliegan ampliamente la cobertura de costes y los PPA, como Vodafone y KPN, se han visto protegidos frente a las subidas de los precios de la energía. Sin embargo, esos contratos de cobertura generalmente vencen dentro de 12 a 24 meses y es probable que los precios aumenten a partir de 2023. Las empresas que no cubren los costes de energía enfrentan presiones más inmediatas debido al rápido aumento de los precios de la energía», afirma.
Los operadores tienen formas de ayudar a amortiguar el impacto de la alta inflación en los flujos de efectivo, como la capacidad de retrasar el gasto de capital (generalmente del 15 % al 20 % de los ingresos) a corto plazo para proyectos de TI y despliegues de redes, acelerando los programas de optimización de costes y frenando temporalmente los presupuestos publicitarios. «Los operadores podrían ajustar sus ofertas de productos para compensar las presiones inflacionarias. Por ejemplo, a través de planes de datos ‘más por más’, que algunos operadores móviles ya han introducido, o descuentos promocionales más pequeños», concluye.