La elevada inflación dispara la fiebre de las manos fuertes por los dividendos

La elevada inflación dispara la fiebre de las manos fuertes por los dividendos

“En el primer trimestre de 2021 se produjo una rotación similar en los mercados, que desapareció cuando los valores de crecimiento repuntaron con fuerza. Pero el entorno macroeconómico de este año es diferente”, señalan.

La inflación de Estados Unidos en marzo alcanzó un pico del 8,5%, máximos desde 1981. Sin embargo, la tasa subyacente dio un respiro en la evolución mensual y repuntó un 0,3%, frente al 0,5% esperado. En esta situación, la Reserva Federal continuará subiendo los tipos de interés y reduciendo su programa de expansión cuantitativa a partir de junio.

“Las cifras de beneficios de algunas de las mayores compañías de crecimiento, como Netflix y Meta (matriz de Facebook), han sido inferiores a las expectativas. Y el valor de los flujos de caja de las empresas de crecimiento, más lejanos del momento presente, las hacen más vulnerables a las subidas de tipos de interés”, argumentan.

Es por ello que bajo este panorama destacan cuatro tendencias en el universo de los dividendos que se darán en los próximos meses

CORRELACIÓN POSITIVA DIVIDENDOS-BONOS

“Durante la mayor parte de los últimos 30 años, la rentabilidad relativa de las compañías con una elevada rentabilidad por dividendo y los cambios en el rendimiento de los títulos del Tesoro estadounidense tuvieron una relación negativa. Dicha relación ha cambiado en los últimos dos años, y ambos elementos han pasado a tener una correlación positiva”, señalan, advirtiendo que si se mantiene esta tendencia, la subida de los tipos podría no afectar a este tipo de empresas.

Desde Capital Group destacan que esto se debe a que los tipos suben desde una base muy baja, por lo que, según sus cálculos, el rendimiento de los títulos del Tesoro a 10 años podría mantenerse en una horquilla de ente el 2% y el 3%, con una reducción de la pendiente de la curva gracias a la subida de los tipos a corto plazo.

“En un entorno así, las compañías que reparten dividendos ofrecen una combinación de generación de rentas y de revalorización potencial del capital, sobre todo porque las valoraciones de muchas de estas compañías parecen razonables tras el largo mercado alcista que han registrado las empresas de crecimiento”, afirman.

Aún así, alertan de que se debe identificar empresas con altas cargas de deuda o un apalancamiento excesivo en sus balances.

REGRESO DE LOS DIVIDENDOS, AUNQUE MODERADO

“Esperamos un aumento constante de los dividendos en todo el mundo, aunque a un ritmo moderado”, señalan. Y es que muchas compañías están optando por la prudencia tras la experiencia del momento más álgido del Covid-19, cuando eliminaron por completo sus dividendos. Es por ello que en un momento de desaceleración económica como el actual, puede que opten por preservar el efectivo.

Mientras algunos sectores como el de los viajes siguen teniendo que hacer frente a la incertidumbre, las compañías con capacidad de fijación de precios, como Procter & Gamble, pueden estar mejor posicionadas para seguir repartiendo beneficios.

“Las compañías del sector de bienes de consumo básico suelen verse afectadas cuando la inflación comienza a subir y los costes de los insumos aumentan. Sin embargo, tras un periodo de entre tres y seis meses, estas empresas suelen tratar de reajustar sus contratos con los minoristas, lo que las sitúa en mejor posición para recuperar los costes de las materias primas, aumentar sus beneficios y poder ir aumentando sus dividendos a un ritmo moderado”, explican.

Estos analistas también ven una aceleración de los dividendos en Europa, donde los gobiernos han reducido las presiones sobre estos pagos. “Durante la pandemia, los gobiernos y los reguladores instaron a algunas compañías a interrumpir sus pagos de dividendos atendiendo a motivos de solidaridad social”, afirman.

EL ENFOQUE INNOVADOR DE COMPAÑÍAS CÍCLICAS

Capital Group sostiene que algunas compañías, especialmente aquellas que pertenecen a sectores cíclicos, están adoptando enfoques innovadores para equilibrar sus necesidades empresariales y su compromiso con el pago de dividendos. Empresas como Rio Tinto y Vale han pasado de aplicar políticas progresivas de dividendos a establecer una ratio de reparto, que se determina a partir de una fórmula vinculada a indicadores operativos.

“En el pasado, las compañías del sector solían tener dificultades para mantener un pago regular de dividendos en los periodos de caída de los mercados, y se veían obligadas a reducirlos o a aumentar su nivel de deuda para cubrir los pagos”, explican.

Sostienen que esto ha empezado a cambiar y que ahora las compañías son cada vez más disciplinadas, comenzando a pagar dividendos ordinarios desde una base reducida, complementándolos con dividendos variables o extraordinarios en función de los precios de las materias primas y los flujos de caja.

SECTORES FINANCIERO, ENERGÉTICO Y SANITARIO

Dentro de toda esta situación, Capital Group destaca tres sectores que pueden ser los más beneficiados en un entorno como el actual: las finanzas, la energía y el sanitario.

“La subida de tipos de interés podría favorecer que los bancos estadounidenses y europeos aumenten sus márgenes netos de interés, que se han visto reducidos durante muchos años por el bajo nivel de los tipos. Dicha subida podría traducirse en un incremento de los beneficios, una mejora de los flujos de dividendos y un aumento de los múltiplos de valoración”, explican. De hecho, sostienen que las entidades han ido acumulando excedentes de capital en sus balances desde la gran crisis financiera, y la mayoría de ellos están bien capitalizados tras las pruebas de resistencia realizadas.

Sobre el sector de la energía, creen que “durante mucho tiempo, las grandes compañías petroleras integradas han sido una buena fuente de dividendos constantes para los inversores orientados a la generación de rentas”. Sostienen que “se han vuelto más disciplinadas en lo que se refiere a la oferta, ya que han reducido la inversión en las reservas existentes y han buscado nuevas fuentes de petróleo”.

Gigantes de EEUU como Chevron y Exxon Mobil han demostrado un firme compromiso con el pago de dividendos, tal y como destacan. “No obstante, las políticas de dividendos han evolucionado de forma distinta en el sector del petróleo y ahora resulta más complicado evaluar los flujos de dividendos de las compañías petrolíferas”, aclaran.

En cuanto a la Sanidad, sostienen que en el entorno inflacionista este tipo de acciones deberían convertirse en una fuente de crecimiento de beneficios y dividendos. “Históricamente, las compañías farmacéuticas han mostrado una relativa capacidad de fijación de precios. Aunque el sector se ha tenido que enfrentar a presiones políticas en materia de precios, las farmacéuticas más innovadoras podrían estar bien posicionadas para ir subiendo sus precios a un ritmo moderado”, explican.

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