Estados Unidos y China están involucrados en una lucha global por el dominio en la industria de los semiconductores (también conocida como “guerras de chips“). Al reconocer la importancia de los chips de semiconductores en la innovación y la seguridad nacional, ambos países están invirtiendo para aumentar la producción nacional.
Los semiconductores, también conocidos como microchips, son los pequeños componentes electrónicos de los dispositivos digitales populares. Dispositivos que usamos todos los días en smartphones, computadoras, automóviles y aviones.
Porque estos chips son esenciales para la innovación tecnológica y la seguridad nacional, dado que potencian las comunicaciones militares y los sistemas de guía de misiles.
La batalla de Estados Unidos y China por el dominio
Aunque Estados Unidos y China han sido competidores durante mucho tiempo en la industria de los semiconductores. Las tensiones entre los dos países se han intensificado en los últimos años. En consecuencia, ambas partes buscan reducir su dependencia de la otra estableciéndose como el actor dominante en la industria.
Estados Unidos es actualmente el líder mundial en la producción de chips de semiconductores con Intel, Qualcomm y Nvidia dominando el mercado. Cada vez más, el dominio de Estados Unidos está siendo desafiado por China, que está invirtiendo en la producción de semiconductores para volverse autosuficiente.
My exclusive today: Foxconn and the Taiwanese government mulling plans to skill Indian workers for the semiconductor industry
If plan succeeds,
could become major force in global chip wars
A short
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— Shashank Mattoo
Desafíos que enfrentan los Estados Unidos y China
Estados Unidos y China enfrentan desafíos significativos en sus esfuerzos por aumentar la producción nacional de semiconductores. Estos desafíos incluyen la escasez de materias primas y la falta de trabajadores calificados en una cadena de suministro global cada vez más compleja.
Otro punto clave, Estados Unidos se enfrenta a una escasez de chips semiconductores. En consecuencia, esto ha afectado a una amplia gama de industrias, desde la automotriz hasta la atención médica.
La escasez se ha visto exacerbada por la pandemia de Covid-19, que ha interrumpido las cadenas de suministro mundiales y reducido la disponibilidad de materias primas.
Socios estratégicos
Asimismo, Taiwán desempeña un papel crucial en la industria de los semiconductores al producir semiconductores avanzados de alta velocidad. Las empresas taiwanesas TSMC y UMC se encuentran entre las principales fundiciones de semiconductores del mundo y son responsables de la fabricación de chips para los gigantes tecnológicos mundiales.
Sin embargo, las empresas taiwanesas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de semiconductores avanzados de alta velocidad. Chips que se usan comúnmente en 5G, inteligencia artificial e Internet de las cosas.
Además, la empresa holandesa ASML es un actor clave en la industria de los semiconductores. ASML produce el equipo necesario para fabricar microchips avanzados.
Las principales fundiciones de semiconductores del mundo utilizan las máquinas de litografía de ASML para fabricar chips con una precisión y complejidad cada vez mayores. Los nombres de la lista de clientes incluyen empresas globales como TSMC y Samsung.
Además, el dominio de ASML en la litografía avanzada lo convierte en un objetivo en las guerras de chips entre Estados Unidos y China. Ambos países tienen como objetivo restringir la exportación de equipos de ASML.
En consecuencia, Estados Unidos está presionando al gobierno holandés para que limite la exportación de máquinas de ASML a China.
Significativamente, un eslabón vital en la cadena de chips es Applied Materials, con sede en Estados Unidos. Applied Materials (AMAT) es un productor líder de equipos de fabricación de semiconductores y desempeña un papel crucial. Las fundiciones de semiconductores utilizan los equipos de la empresa para producir chips con una precisión y complejidad cada vez mayores.
La cadena de suministro global de semiconductores
Posteriormente, la cadena de suministro de semiconductores es una red global compleja que involucra la producción de chips semiconductores. La cadena de suministro abarca desde el diseño y la fabricación de los chips hasta el ensamblaje final de los dispositivos electrónicos.
Mientras tanto, diferentes empresas y regiones se especializan en diferentes etapas del proceso de producción, lo que hace que la cadena sea altamente especializada.
La cadena de suministro de semiconductores es sensible y vulnerable a posibles cuellos de botella, con interrupciones o retrasos en una parte de la cadena de suministro que pueden afectar a toda la industria.
Varios factores han causado la escasez de chips semiconductores, incluidas las interrupciones por la pandemia de Covid-19 y las condiciones climáticas extremas en Texas, lo que refuerza la fragilidad de la cadena de suministro.
La interdependencia significa que la disrupción en una región se siente en toda la industria. Las restricciones estadounidenses a la exportación de equipos de semiconductores a China dieron como resultado una escasez de suministro para la industria china, que depende de equipos importados.
Implicaciones para la seguridad global
Las guerras de chips entre Estados Unidos y China tienen un impacto en la seguridad global, ya que el desarrollo y el control de los chips semiconductores son esenciales para la innovación tecnológica y la seguridad nacional.
El dominio de Estados Unidos y China en la industria de los semiconductores influye en el liderazgo económico y tecnológico mundial. El ganador de las guerras de chips podría reinar como el jugador dominante en la era digital con implicaciones a largo plazo para otros países y regiones.
El hecho de que Estados Unidos se convierta en el jugador dominante de semiconductores podría asegurar su liderazgo económico y tecnológico mundial. El desarrollo de una sólida industria nacional de semiconductores reforzaría esta posición. Si China domina, afectaría a al país y otras economías avanzadas.
Una guerra más allá de las fichas
China no ha ocultado sus intenciones hacia Taiwán, que ve a la nación isleña como una provincia de China, políticamente perdida. La reunificación (por cualquier medio necesario) está claramente sobre la mesa.
Un ataque chino a Taiwán tendría graves consecuencias para la industria de los semiconductores y la economía mundial. Taiwán es un actor fundamental en la industria de los semiconductores y produce un gran porcentaje de los semiconductores avanzados del mundo.
Una invasión de Taiwán por parte de China pondría en peligro la cadena de suministro global de semiconductores y causaría una perturbación económica que se sentiría en todo el mundo, lo que podría provocar una recesión mundial.
En consecuencia, una invasión de Taiwán podría tener implicaciones geopolíticas más amplias más allá del impacto directo en la industria de los semiconductores. Estados Unidos está obligado por tratado a defender Taiwán.
Un ataque chino a la isla podría provocar un conflicto armado entre las dos superpotencias. Tal conflicto podría convertirse en una tercera guerra mundial, con consecuencias catastróficas en las economías y la seguridad mundiales.
Pensamientos finales
Las guerras de chips entre Estados Unidos y China tienen implicaciones significativas para la industria tecnológica y la seguridad global. El desarrollo y el control de chips semiconductores son esenciales para la innovación tecnológica y la seguridad nacional.
Tanto Estados Unidos como China han luchado para aumentar la producción nacional de semiconductores. El ganador de la guerra de fichas podría convertirse en el jugador dominante en la era digital. El resultado de la culminación de la tensión y el impacto a largo plazo en el mundo sigue siendo incierto, pero las implicaciones podrían cambiar el mundo.
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