Apple, Amazon y Alphabet (Google) no dan la talla con sus cuentas y preocupan al mercado

Quizás la caída más sorprendente, aunque no menos esperada, ha sido la de Apple. Que la campaña navideña del coloso de Cupertino no iba a ser buena era algo que el mercado se podía imaginar, ya que diversos destacaban la menor oferta y demanda de sus productos como consecuencia de los problemas de sus grandes centros de producción en China y los cuellos de botella en la cadena de suministro.

Con todo, eran pocos los que esperaban que los ingresos de la compañía de la manzana menguaran por primera vez en tres años y medio y que mostrasen su peor descenso en más de seis años. Las ventas de iPhones disminuyeron un 8%, mientras que los mayores descensos se registraron en Mac y iPads, cada uno de ellos en torno al 30%.

“El mal trimestre de Apple demuestra que incluso la empresa cotizada más valiosa de Estados Unidos no es inmune a los desafíos a los que se enfrenta la industria tecnológica en general”, apunta Jesse Cohen, analista principal de Investing.com. Por su parte, Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, señala que la caída en bolsa ha sido menos acusada (-3%) de lo que debería por el hecho de que los problemas de producción del iPhone ya eran conocidos.

En este sentido, Mould subraya que hay “muchos aspectos positivos” para la empresa dirigida por Tim Cook. “Los problemas de producción se han resuelto y Apple cuenta con un viento de cola potencialmente importante en los próximos meses en forma de reapertura económica de China. Una mayor libertad de movimiento para el público y una mayor actividad empresarial podrían impulsar una mayor demanda de los productos de Apple en el país”, explica.

“También cabe destacar que el negocio de servicios de Apple alcanzó un récord histórico de ingresos de 20.800 millones de dólares. Esta es una parte clave de la inversión de Apple: gana dinero con la venta de productos y luego recauda un flujo regular de pagos de suscripción a medida que la gente se conecta a su ecosistema, pagando por cosas como la música y el ‘streaming’ de películas y las actividades de fitness”, agrega Mould.

Por otro lado, Neil Wilson, analista jefe de mercados de Markets.com, resalta que la compañía ha recalcado que, pese al “flojo” informe de resultados, Apple tiene “2.000 millones de dispositivos activos, frente a los 1.800 millones del año anterior”. “Ha sido un informe muy flojo de Apple y es difícil que puedan culpar de todo a factores externos como el dólar y los bloqueos de la producción en China. Se trata claramente de un problema de demanda, ya que los consumidores reducen el gasto”, añade.

ALPHABET VUELVE A DECEPCIONAR

La matriz de Google, Alphabet, sigue sin dar muestras de mejora. El beneficio ha caído en 7.000 millones de dólares en el último trimestre del año, hasta los 13.600 millones, mientras que los ingresos por publicidad, uno de los pilares de la compañía de Mountain View, han vuelto a caer por segundo trimestre consecutivo, confirmando que las compañías están reduciendo el gasto a medida que se preparan para una recesión.

“Alphabet gana dinero con la publicidad digital y las búsquedas, y es vulnerable a una recesión económica si las empresas reducen el gasto en promoción. Aunque mucha gente no cree que vayamos a asistir a una recesión tan grave, el debilitamiento de la confianza entre las empresas ha sido suficiente para que ya se esté produciendo una reducción del gasto en publicidad digital”, explica Wilson.

Según este experto, Alphabet espera que la caída de la confianza de las empresas y los consumidores se acerque a su punto más bajo y que el gasto en publicidad empiece a repuntar pronto.

“Los malos resultados de Alphabet este trimestre demuestran que no es inmune a los retos a los que se enfrenta el sector digital. Una vez más, el crecimiento de YouTube se ralentizó en medio de la dura competencia de TikTok y otros actores en el espacio de ‘streaming’ de vídeo”, señala Cohen. En este sentido, los ingresos por publicidad de YouTube fueron de 7.960 millones de dólares, más de 600 millones menos que el año anterior y 400 millones por debajo de las estimaciones del consenso.

Por otro lado, el crecimiento del negocio en la nube, Google Cloud, si bien se mantuvo fuerte, con un aumento del 32% hasta 7.320 millones de dólares, cayó por debajo de las expectativas del consenso y volvió a mostrar claros signos de ralentización: el pasado trimestre, los ingresos procedentes de la nube habían aumentado un 38% y ya entonces se advertía del posible enfriamiento. Asimismo, las pérdidas para el trimestre fueron de 480 millones de dólares, alrededor de la mitad de las registradas en el mismo período de 2021.

AMAZON, LA PEOR

Por su parte, Amazon certificó lo que había venido avisando: los resultados no iban a ser buenos y así lo reflejó el mercado, ya que sus acciones fueron las que más cayeron de las tres grandes tecnológicas (-5%).

Por un lado, pese a advertir de la mala campaña navideña, las ventas netas aumentaron un 9%, hasta los 149.200 millones en el cuarto trimestre, en comparación con los 137.400 millones del mismo periodo de 2021. Por otro, la compañía se quedó muy lejos de su objetivo de beneficio para el período, cerrando el trimestre con un beneficio de 278 millones de dólares frente a los 14.323 millones conseguidos entre octubre y diciembre de 2021. En todo 2022, Amazon registró pérdidas de 2.700 millones de dólares frente al beneficio de más de 33.000 millones recaudado en 2021.

Sin embargo, el mayor revés que recibió Amazon fue el duro golpe a su principal línea de flotación: Amazon Web Services, su negocio en la nube y líder mundial de este segmento. “El crecimiento de las ventas de Amazon Web Services se redujo al 20%, todavía saludable para la mayoría de los estándares, pero inferior al 40% del año anterior”, señala Wilson.

“La computación en nube ha sido el motor de crecimiento de los beneficios de la empresa y las noticias de una menor demanda son preocupantes. La empresa habló de clientes que recortan sus presupuestos y tratan de encontrar formas de recortar el gasto en servicios en la nube”, advierte Mould, quien alerta sobre el “periodo difícil” que se avecina para Amazon “ya que sus riquezas se juzgan mucho más en la actualidad por la actividad en la nube que por el comercio minorista”.

Por su parte, Cohen cree que, si bien es cierto que la ralentización del negocio en la nube es una realidad, “Amazon ha hecho un buen trabajo navegando a través de varios desafíos, incluyendo el aumento de los costes de envío relacionados con las limitaciones de la cadena de suministro global, y mayores gastos laborales”.

“A pesar de todos los retos que Amazon debe afrontar, hay signos claros de que el negocio sigue funcionando bien”, concluye.

BOLSA