El documento también refleja como los banqueros centrales valoraron que «el debilitamiento esperado de la actividad económica no sería suficiente para reducir la inflación en una medida significativa». Asimismo, «la magnitud de la revisión al alza de la proyección de inflación de los funcionarios para 2024 no se consideró lo suficientemente grande como para requerir una respuesta más agresiva». Con todo, «se argumentó que la política seguiría siendo expansiva tras una subida de tipos de 75 puntos básicos».
«Algunos miembros expresaron su preferencia por aumentar los tipos de interés del BCE en 50 puntos básicos, mientras que un aumento de 25 puntos básicos se consideró claramente insuficiente», señalan las actas. «Actuar con contundencia ahora podría evitar la necesidad de aumentar los tipos de interés de forma más acusada más adelante», agregan.
«Un gran número de miembros expresó su preferencia por subir los tipos de interés del BCE en 75 puntos básicos«, señalan las actas. «Actuar con contundencia ahora podría evitar la necesidad de aumentar los tipos de interés de forma más acusada más adelante en el ciclo económico, cuando la economía se esté desacelerando», reflejan.
Asimismo, los responsables de política monetaria vieron que la depreciación del euro podría añadirse a las presiones inflacionistas para la zona del euro.
«La inflación era demasiado alta y es probable que se mantenga por encima del objetivo del consejo de gobierno durante un período prolongado», señalan las actas. «Las expectativas de inflación seguían ancladas y el crecimiento de los salarios se mantenía moderado, con poca evidencia de efectos de segunda ronda».
«Los riesgos que rodean la trayectoria de la inflación proyectada se mantuvieron inclinados al alza durante todo el horizonte de proyección», agregan.