El discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, acapara casi por completo la atención de los inversores, que también conocerán alguna referencia económica durante esta jornada.
TODOS LOS OJOS PUESTOS EN POWELL
Es, sin duda, el acontecimiento de la jornada y de la semana, un evento que los expertos creen que definirá el tono de los mercados para lo que resta de año. En torno a las 16:00 horas (hora española), Jerome Powell comparecerá en público en el Simposio Económico de Jackson Hole para revelar cuál será la hoja de ruta en el futuro cercano y a medio plazo del banco central.
Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities, señala que los mercados se mantendrán “planos” durante buena parte de la jornada, ya que el discurso está “condicionando el comportamiento de los inversores, muchos de los cuales optaron por mantenerse al margen del mercado, a la espera de saber qué es lo que dice Powell”. Las opiniones están muy divididas entre aquellos que esperan una Fed más dura, lo que podría indicar una tercera subida consecutiva de 75 puntos básicos de los tipos de interés, o un Powell más laxo, lo que podría ser señal de que la Fed aflojará el ritmo de subidas en los próximos meses.
Aunque, como señala Michael Hewson, analista jefe de mercados en CMC Markets UK, la ambigüedad es otra opción: “A veces, a los banqueros centrales les compensa ser deliberadamente ambiguos a la hora de hablar de política monetaria, ya que les permite tener flexibilidad para argumentar que han sido malinterpretados”.
Este experto señala que otros presidentes de la Fed han tenido éxito utilizando esta táctica, como fue el caso de Alan Greenspan, quien en su día declaró que «sé que creen que entienden lo que creen que he dicho, pero no estoy seguro de que se dan cuenta de que lo que han oído no es lo que quería decir». “¿Es esto lo que estaba haciendo Powell cuando dijo que el tipo de interés de los fondos de la Fed estaba en el rango de lo que ellos piensan que es neutral, entre el 2,25% y el 2,5%, un comentario por el que fue ampliamente criticado?”, se pregunta Hewson.
Por su parte, Neil Wilson, analista jefe de mercados de Markets.com, cree que “no deberíamos sorprendernos si lo que dice es algo viejo” que únicamente “subraye la lucha contra la inflación”. “Debemos tener en cuenta que el abandono de la orientación hacia el futuro como tal significa que ahora todo depende de los datos, por lo que el informe de empleo de la próxima semana y los posteriores datos de inflación son probablemente más importantes”, añade este experto, aunque reconoce que “lo que diga tiene el potencial de enviar a los mercados en cualquier dirección”.
“Aunque no es probable que dé una dirección definitiva sobre si tenemos una subida de 50 o 75 puntos básicos el próximo mes, los últimos datos de solicitudes de subsidio de desempleo sugieren que la Fed tiene un amplio espacio para mantener su pie en lo que respecta a otro movimiento de 75 puntos básicos”, agrega Hewson.
Desde Link Securities apuestan por un Powell “más genérico”, que reafirmará “el total compromiso del banco central estadounidense en su lucha contra la inflación y reiterando que sus decisiones de política monetaria se irán adaptando a los datos macro que se vayan publicando”. “Es posible, que no seguro, que Powell sí intente dejar claro que, por el momento, la Fed no tiene idea de cuándo podría comenzar a bajar sus tasas de interés”, añade Fernádez-Figares.
LOS HALCONES CRECEN EN LA FED
Lo cierto es que en las semanas previas a Jackson Hole y desde el comienzo del simposio, los distintos miembros de la Reserva Federal han reafirmado sus posturas ‘hawkish’. Es el caso de conocidos ‘halcones’ del banco central como Neel Kashkari (Fed de Mineápolis) o James Bullard (Fed de Saint Louis), que apostaron claramente por una subida de 75 puntos en septiembre. De hecho, el primero reconoció que sería necesario subir los tipos de interés agresivamente “aunque se provoque una recesión”, mientras que Bullard afirmaba que no veía “por qué se quiere alargar la subida de tipos hasta el año que viene”.
Bullard es uno de los banqueros que han comparecido ya en Jackson Hole, pero no el único y tampoco el más agresivo. Esther L. George (Fed de Kansas) ha asegurado que el banco central tiene que “aumentar los tipos de interés para desacelerar la demanda” y ha señalado que podrían llevar las tasas por encima del 4% durante algún tiempo. Por su parte, Patrick T. Harker (Fed de Filadelfia) ha señalado que “tenemos que llegar a una postura restrictiva, lo que haremos a final de año”, al tiempo que señalaba que los tipos de interés deberán superar el 3,4%. Actualmente, el mercado descuenta que el tipo de interés de referencia de la Fed alcanzará el nivel del 3,75% a cierre de 2022.
Por otra parte, Raphael Bostic (Fed de Atlanta) también se ha mostrado muy ‘halcón’, dispuesto a apostar por los 75 puntos básicos salvo que se produzca un gran cambio y ha avisado que “es de esperar un cierto debilitamiento de la economía”. “Va a ser realmente importante que resistamos la tentación de ser demasiado reaccionarios, y que nos aseguremos realmente de que la inflación está bien encaminada hacia el 2% antes de tomar cualquier medida para aumentar la acomodación en nuestra política”, ha añadido.
ECONOMÍA Y OTROS MERCADOS
En la escena macroeconómica, este viernes se conocerá el dato de inflación PCE de julio en Estados Unidos, que se espera que repunte hasta el 7,4% desde el 6,8% anterior. Por su parte, la inflación PCE subyacente se espera que se modere ligeramente hasta el 4,7% desde el 4,8%.
También se publicarán las lecturas de los datos de ingresos y gastos personales de julio. En cuanto a los primeros, se espera que se mantengan en el 0,6%, mientras que para los gastos se espera una reducción hasta el 0,4% desde el 1,1%.
Por último, se conocerá también el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan para agosto, un dato que se espera que repunte hasta el nivel de los 55,2 puntos desde los 55,1 de julio.
En otros mercados, el petróleo sube en torno a un 1%. El West Texas (+0,97%) se sitúa en 93,42 dólares, mientras que el crudo Brent (+1,17%) supera los 100 dólares.
El euro se fortalece frente al dólar (+0,26%) y alcanza la paridad. La onza de oro, por su parte, cede un 0,4% y se sitúa en 1.760 dólares. El rendimiento del bono estadounidense a 10 años repunta hasta el 3,074%.
Finalmente, el bitcoin cede un 0,78% y cae por debajo de los 21.500 dólares. La caída es más acusada en ethereum, que pierde casi un 3% hasta los 1.660 dólares.