Os proponemos varios métodos para tener siempre un control del dinero que entra y sale de nuestro bolsillo, sobre todo teniendo en cuenta que en verano es una de las épocas del año en la cual nos concedemos determinados caprichos. Éstos son algunos consejos básicos para estar siempre al corriente del balance de ganancias y gastos que tiene cada uno:
1. Tener conciencia de la unidad económica
Lo primero que hay que asimilar es la situación en la que se encuentra nuestra familia como unidad económica (ya sea numerosa o unipersonal). Tan importante es saber lo que se ingresa todos los meses como saber cuánto se gasta y en qué. Teniendo conciencia de esto cada uno puede adaptar sus gastos al entorno dentro de sus posibilidades.
2. Analizar los gastos y los ingresos
Se trata de hacer sencillamente un listado de conceptos con cantidades que se sumarán al fin de mes. Para ello se pueden utilizar herramientas que todos tenemos a mano es el Excel (o similares). Con las hojas de cálculo se pueden hacer infinidad de cosas útiles como, pero a nivel doméstico también son perfectas para llevar la cuenta de los gastos mensuales.
3. Recopilar toda la información posible
Si se quieren hacer las cosas bien hay que apuntarlo absolutamente todo. Hay que ser minuciosos. Algo tan sencillo es guardarse todos los recibos que acumulamos con gastos tan simples como la caña del afterwork, y una vez a la semana, o al mes, introducir en el control de los gastos casero todos los resguardos que se han ido acumulando. Toda esta información servirá para ver lo que se ha gastado, en qué concretamente y clasificar los gastos por tipo (alimentación, ocio, hogar, etc.). De esta forma se ve más claro sobre qué gastos se puede actuar para reducir los que se paga al mes.
4. Sacar provecho a las nuevas tecnologías
En una era en la que prácticamente todo depende de internet, las aplicaciones están a la orden del día con programas que ayudan a gastar un poco menos o hacerlo de manera más eficiente. Por ejemplo hay aplicaciones que sirven como “contable familiar”. Todo es cuestión de buscar y elegir la que mejor se adapte a las necesidades de cada uno.
5. Clasificar los gastos según su importancia
Aparte de llevar el control de lo que gastamos, es muy útil hacer un análisis sobre la prioridad que tiene cada tipología de gasto. Así, se pueden clasificar los pagos, por ejemplo, entre obligatorios, recomendables y prescindibles para saber la prioridad que deben ocupar y si se pueden posponer a un momento más conveniente.