Un consumidor medio puede ahorrar hasta un 47% en el consumo de su calefacción eléctrica si se cambia a una tarifa barata de luz en el mercado libre y optimiza su consumo, encendiendo el radiador en las horas más asequibles.
Solo con desplazar el uso del calefactor eléctrico a las horas valle y llano ya se podría conseguir un ahorro del 10%; si se lograra encenderlo solo en las horas valle (de 00 a 8 horas y los fines de semana), ese ahorro pasaría a ser del 15%, sin cambiar de tarifa.
Si contamos con una tarifa de discriminación horaria, con la que el término de consumo es más barato o más caro según el horario, el ahorro mínimo se puede conseguir parte del 10,06% (7 euros/mes): para ello, tan solo habría que pasar a realizar un consumo “optimizado”, en el que solo se pone el radiador en las horas llano y valle, en lugar de repartirlo en todas las horas del día. Es decir, habría que usar el calefactor de 8 a 10 de la mañana, de 2 a 6 de la tarde y de las 10 a las 12 de la noche (horas llano) y de 12 de la noche a 8 de mañana, así como fines de semana y festivos (horas valle), que son las horas más asequibles.
Con la tarifa de discriminación horaria, el ahorro puede ampliarse hasta casi el 47% (58 euros/mes) si se toman medidas adicionales. Para ello, sería necesario pasar un escenario de consumo “súper optimizado” en el que se usen radiadores eléctricos por acumulación -que consumen energía solo en las horas valle para emitir el calor a lo largo del día- y comparar precios para cambiar a la tarifa más barata del mercado.
Quienes tengan una tarifa fija tendrán un margen de ahorro menor, pero que aun así se mueve entre el 5,79% (4€/mes) y el 32% (28 euros/mes). Para conseguir el recorte mínimo habría que pasar a una tarifa de discriminación horaria y optimizar el consumo (es decir, usar el radiador en las horas llano y valle) y para lograr el máximo, pasar a discriminación horaria, usar radiadores por acumulación y comparar tarifas para pasar a la más económica del mercado.
Para aquellos que tengan calefacción de gas, pasarse a una oferta más asequible también evita gastos innecesarios. El ahorro máximo en calefacción que se puede conseguir al cambiar de una tarifa cara a la más barata asciende al 39% para un consumo promedio.
Eso sí, por el momento, la Tarifa de Último Recurso (TUR), con el precio fijado por el Gobierno, sigue siendo la opción más barata.
Además del cambio de tarifa y del aprovechamiento de la discriminación horaria, desde Kelisto indican que seguir consejos como mantener la temperatura adecuada, ventilar la vivienda el tiempo justo, no cubrir los radiadores, cambiar la caldera por una de bajo consumo, extraer el aire de los radiadores o revisar el aislamiento permiten incrementar aún más el ahorro en calefacción.