A partir de 2023 Netflix podría pedir a quienes compartan contraseñas que paguen un pequeño extra -la plataforma de streaming ya lo ha probado como un complemento de 3 dólares en algunos países-. Sin embargo, también es posible que simplemente obligue a la gente a registrarse con una segunda cuenta para una suscripción ligeramente más barata de la habitual, apunta ‘Wall Street Journal’.
Netflix todavía no ha concretado qué medidas tomará exactamente, pero sí está claro que está decidida a acabar, ahora sí, con esta práctica. Ya el pasado mes de octubre dijo que a principios de 2023 pondría en marcha «un enfoque reflexivo para monetizar el uso compartido de cuentas«. Además, no hay que olvidar las palabras del codirector ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, a principios de este año, cuando dijo a los altos cargos de la compañía que la pandemia de Covid-19 enmascaraba el problema del uso compartido de contraseñas y que habían esperado mucho tiempo para abordarlo.
Según dijo Hastings, 100 millones de espectadores ven contenidos en la plataforma utilizando las contraseñas prestadas por familiares y amigos, y eso es algo con lo que hay que acabar. Por ello se espera que la plataforma de streaming ponga en marcha la actualización en Estados Unidos a principios del año que viene, y que poco a poco la vaya introduciendo en el resto del mundo, como ha hecho con otras medidas adoptadas recientemente, como la suscripción con publicidad.
En cualquier caso, es de esperar que esta medida no siente demasiado bien a los usuarios, por lo que Hastings ya ha dicho que es importante que Netflix se asegure de transmitir a los suscriptores cuál es el valor de pagar por los servicios.
Las condiciones de servicio del gigante del streaming mencionan que el abonado que paga por la cuenta debe controlar los dispositivos utilizados y no compartir las credenciales de inicio de sesión. Sin embargo, la empresa nunca ha aplicado estas condiciones. Netflix hizo la vista gorda cuando le iba bien, pero sus recientes problemas le están obligando a encontrar nuevas formas de sumar abonados e ingresos.
Además, cabe recordar que este año Netflix dijo que las cuentas deben ser compartidas por personas que vivan juntas, y también añadió que aplicaría sus condiciones de servicio basándose en las direcciones IP, los identificadores de usuario de los dispositivos y la actividad de la cuenta.
PROBLEMAS EN REINO UNIDO PARA QUIEN COMPARTE CONTRASEÑA
Sin embargo, para los usuarios británicos de Netflix la situación podría complicarse aún más, ya que el organismo de control del Reino Unido considera ilegal compartir contraseñas. En concreto, la Oficina de Propiedad Intelectual ha publicado una nueva guía junto con el propietario de Facebook, Meta, que reza lo siguiente:
«La piratería es un problema importante para las industrias creativas y del entretenimiento. Pegar imágenes de Internet en tus redes sociales sin permiso, o acceder a películas, series de televisión o eventos deportivos en directo a través de cajas Kodi, Fire Sticks pirateados o aplicaciones sin pagar una suscripción es una infracción de los derechos de autor y puedes estar cometiendo un delito«.