«Habrá crecimiento negativo pero la recesión dependerá de la evolución de la guerra»

«Habrá crecimiento negativo pero la recesión dependerá de la evolución de la guerra»

Este entorno confuso ha llevado a un endurecimiento de las políticas monetarias, sobre todo en EEUU, lo que ha dado lugar a que las expectativas de crecimiento sean inferiores y se hayan rebajado las expectativas. Esto ha provocado que el desempeño de los mercados financieros haya sido malo o muy malo.

No obstante, García ha señalado que también hay aspectos positivos, por ejemplo que «salir del escenario de tipos 0 ha llevado a una rápida corrección de los activos, que están recuperando su precio justo«.

Asimismo, ha destacado que «cabe la esperanza, aunque en Europa hemos tardado en reaccionar. En otros países han sido y pueden ser más agresivos y los bancos centrales van a visualizar el impacto en las economías. La reversión a tipos más normales pueda llegar antes de lo que podamos pensar».

Pero sin duda, la gran pregunta que se realizan los inversores es ¿qué hay que hacer en este escenario?. La respuesta para Enrique García está clara: «Son tiempos de actuar, son momentos para reflexionar sobre nuestros objetivos y límites reales como inversores. Hay estrategias que pueden adaptarse a los mercados actuales. Hay que tomar decisiones basadas en los riesgos que podemos asumir. Existen las políticas que se adaptan al momento actual y hay oportunidades en estos tiempo de confusión e incertidumbre».

«LA RECESIÓN DEPENDERÁ DE LA EVOLUCIÓN DE LA GUERRA»

El entorno económico actual es desafiante y se ve afectado por tres factores, según Víctor Peiro, Director General de Análisis y Research de GVC Gaesco Valores, como son la inflación, las revisiones a la baja del PIB y como consecuencia las subidas de los tipos de interés. «Son factores que nos han pillado por sorpresa, pero son un rebote de la pandemia agrandados por la guerra, aunque será pasajero».

Aunque ello tiene un lado positivo para este experto, como es el caso del empleo «que tiene una gran resistencia, al igual que las finanzas públicas, que con más impuestos mejoran del déficit público, y el consumo, que se empieza a ver reducido».

En el plano macroeconómico, tanto EEUU como la eurozona han reducido las estimaciones para 2023. En este caso, la recuperación dependerá de cómo se gestiona la crisis energética, «aunque se espera que el primer trimestre de 2023 se alcance el nivel precovid. En España será más tarde, a finales de 2023», ha afirmado Peiro.

En lo que respecta a la inflación, el máximo se habría alcanzado en tasa general en EEUU, mientras que en Europa encontraremos esos máximos en este tercer trimestre, aunque «la energía y la alimentación serán determinantes para la evolución de la inflación«.

Alcanzar estos picos «frenaría las políticas monetarias», pero una «normalización de los tasas es buena para las inversiones, aunque si superan el 4% supondrían un riesgo para los mercados. A partir de 2024 los tipos de interés comenzarán a bajar», ha analizado Peiro.

Otra de las grandes preguntas que se realizan los mercados es si habrá recesión. A este respecto, el experto lo tiene claro: «Habrá trimestres de crecimiento negativo y hay que ver qué pasa con el consumo después del verano, pero la recesión dependerá de la evolución de la guerra».

En el caso de la renta variable, en 2022 el comportamiento está siendo negativo con caídas en los diferentes índices, aunque el Ibex es el que mejor parado sale, mientras que el Nasdaq se encuentra en el lado contrario.

Los sectores que mejor lo están haciendo son los de energía, utilies y telecom. Tecnología y retail, los peores. Este comportamiento de los mercados obedece en parte a que en Ucrania se ha pasado a un escenario de conflicto prolongado.

«Para 2023 se espera que la resistencia de las empresas sea buena en Europa. En España dependerá de los nuevos impuestos, y en EEUU habrá una pequeña reducción de estimaciones. Aunque las revisiones a la baja del PIB pueden tirar a la baja las estimaciones y tener un impacto en los resultados«, ha valorado el experto.

Una de las claves para los próximos trimestres, según Peiro, es si las empresas seguirán siendo capaces de trasladar a sus clientes las subidas de costes en un entorno de reducción de confianza del consumidor. Las empresas europeas han reducido su apalancamiento y para 2023 no se estima que el endeudamiento crezca, «por lo que la subida de tipos no es tan importante para los resultados porque las empresas están menos endeudadas».

«Vamos a ver un pequeño ajuste de beneficios, de ‘profit warning’, pero serán limitados y vamos a ver una recuperación de las bolsas a finales de 2022″, han concluido.

«ES EL MOMENTO DE COMENZAR A BUSCAR CALIDAD»

«La subida de tipos es positiva desde el punto de vista del aviso que habían lanzado los bancos centrales, lo que ha permitido que tengamos capacidad para anticiparnos y buscar estrategias para este escenario«, ha apuntado Gema Martínez, Directora de Asesoramiento y Gestión de GVC Gaesco.

Esta subida generalizada y rápida de los tipos ha provocado que a corto plazo estén muy elevados, lo que indica que quedan pocas subidas para 2023 y, a partir de 2024, comenzarán a bajar. «Estamos alcanzado el nivel máximo de las subidas de los tipos de interés, que ha sido muy rápida y se han adelantando a las estimaciones«, ha dicho Martínez.

En esta situación, «es el momento de comenzar a buscar calidad, aunque hay que tener en cuenta los riesgos geopolíticos, la inflación persistente y la evolución del crecimiento económico».

Como mejores activos, en el caso de la renta fija, la experta ha destacado la baja duración, los bonos ligados a la inflación y la gestión activa y prudente. Mientras que en la renta variable, ha indicado la neutralidad por perfiles de inversión, la baja exposición a Europa, el sesgo global hacia EEUU, el sesgo dividendo y ha señalado como sectores con sensibilidad a la subida de tipos y resilientes en beneficios «los seguros, el sector industrial, la salud y el consumo b

«LOS MÁXIMOS DE INFLACIÓN ESTÁN DETRÁS DE LA NORMALIZACIÓN DE PRECIOS»

Jaume Puig, CEO y CIO de GVC Gaesco Gestión, ha afirmado que la subida de precios de las materias primas generada por la guerra «ya se ha perdido y los máximos de inflación están detrás de esta normalización«.

En lo que se refiere al petróleo, las empresas han tenido unos beneficios estratosféricos, pero no van a tener otro año igual y los precios del crudo van a seguir cayendo. «En economía, los márgenes empresariales fuera de lo común no se mantienen en el largo plazo«.

El efecto provocado por la guerra de Ucrania en el suministro ha sido menor de lo esperado, según Puig, ya que el petróleo se ha reemplazado entre Norteamérica y Oriente Medio y en cuanto al gas, «las reservas ya son muy altas».

Con respecto a la actuación de los bancos centrales, el experto ha mostrado que no quisieron ver que se acercaba una alta inflación, «pensaban que era algo coyuntural. El BCE va tarde en la acción, aunque en septiembre han cambiado las cosas y han subido las tasas en 75 puntos básicos, al igual que lo harán tanto EEUU como Reino Unido próximamente».

En el caso de la inflación ha destacado que ya está cediendo, «aunque sea unas décimas, al igual que se está produciendo un descenso en el precio de las materia primas y se están normalizando los inventarios».

«La inflación se estabilizará en el 3% y los tipos van a seguir subiendo y a corto plazo no van a supera el 3,5%. Las subidas actuales son buenas, aunque en la zona euro vamos a tardar mas que EEUU en llegar al tope«.

En este escenario, «hay que comprar fondos que se comporten bien cuando los tipos de interés suben. Hay que evitar las duraciones altas hasta que la subida de tipos se haya estabilizado. No invertir en negocios de contador y sí en ‘value’, así como en países que han estado esperando la inflación, como es el caso de Japón. Invertir en aquellos sectores a los que les beneficia las subidas de tipos de interés (banca, seguros…), en turismo y desinvertir en dólares porque ya han alcanzado su límite», ha especificado Puig.

BOLSA