‘La Fusión’ ha mejorado sin duda el sentimiento de los inversores hacia el token ETH, comentan los expertos de Julius Baer. “A pesar de que los fuertes vientos en contra insuflados por el endurecimiento de la política monetaria siguen siendo el motor de la clase de activos en su conjunto, el mercado ha hecho tentativas de desvincular la acción del precio del ethereum del resto de activos digitales”, comentan estos analistas. Sólo en la última semana, el token ha subido alrededor de un 6%, casi el doble que el bitcoin. Sin embargo, la cotización ha experimentado una buena dosis de volatilidad y ha oscilado en un rango de 200 dólares, entre los 1.500 y los 1.700, mecida por las noticias que han llegado de ‘La Fusión’ y ‘Bellatrix’.
Sin embargo, en líneas generales, el ethereum ha logrado desmarcarse en los últimos meses. La capitalización total del mercado de todos los activos digitales ha vuelto a caer por debajo de la marca de 1 billón de dólares , -que no ha recuperado hasta que el bitcoin ha liderado las ganancias-, y el mayor activo digital cotiza actualmente a poco más del 10% de los mínimos de este año. El ether, por el contrario, se halla actualmente un 80% por encima de los mínimos alcanzados tras la reciente crisis de las criptomonedas.
Estos indicios de desacople del precio dan razones a los expertos de Julius Baer para afirmar que “aunque sigue existiendo un cierto grado de riesgo de ejecución en ‘La Fusión’, a medida que los inversores se familiarizan con el espacio, veremos una mayor diferenciación y, en última instancia, una mayor desvinculación de los tokens individuales de la clase de activos más amplia”.
En concreto, el experto en criptomonedas y fundador de ‘The Wealth Mastery’, Lark Davis, no descarta un rally hacia la marca de 2.000 dólares antes de que se ejecute el cambio de consenso de prueba de trabajo a prueba de participación de la segunda cadena de bloques de mayor importancia. Sin embargo, llama a la calma e invita a «no esperar gran cosa” debido al pesimismo reinante y al aciago panorama macroeconómico.
Una vez se ejecute el cambio, es posible que se dé un efecto ‘sell the news’, aunque este sea un éxito, debido a que “no hay mucho más en el horizonte para el universo de las monedas criptográficas”, avisa el experto.
Los analistas de Julius Baer también recuerdan que la esperada transición representaría la finalización de la segunda fase del proceso de desarrollo previsto en tres fases para la red Ethereum, por lo que “no tendrá un impacto material inmediato en la reducción de las tasas de transacción y la mejora de los niveles de rendimiento de las transacciones”. Este punto, subrayan, a menudo ha sido malinterpretado por muchos participantes del mercado.
Es probable que estos beneficios tan anunciados lleguen durante la fase final de la llamada actualización de Ethereum 2.0, que se prevé que tenga lugar a finales de 2023. A nivel puramente técnico, queda por ver si la transición a prueba de participación logrará finalmente los beneficios de una mejor escalabilidad y menores tasas de transacción. “Sin embargo, la fusión ha mejorado sin duda el sentimiento de los inversores hacia el token ETH”, sentencian.