Así lo explican los expertos de Julius Baer, quienes indican que «solo el tiempo dirá si este movimiento será el momento de la verdad para el USDC«. Binance ha aducido para tal decisión que se basa en un intento para mejorar la liquidez y la eficiencia del capital en la plataforma. El 29 de septiembre, los saldos de los usuarios en las tres monedas estables se convertirán automáticamente al BUSD, aunque los usuarios pueden cambiarlos manualmente antes si así lo desean.
Los clientes que transfieran estos tokens a la criptobolsa los verán convertidos en la ‘stablecoin’ de Binance en ese momento. Sin embargo, al sacar dinero de Binance, los usuarios podrán hacerlo en USDC, USDP o TUSD. El valor de mercado de la moneda estable de Tether (USDT) es de 68.000 millones de dólares, por delante de los 52.000 millones de dólares de USDC, y BUSD ocupa el tercer lugar con 19.000 millones de dólares. TUSD y USDP son significativamente menores.
«Todavía están por ver las consecuencias de este movimiento», insisten desde el banco de inversión suizo, aunque la lógica dicta que «el USDC pierde su protagonismo en la mayor bolsa de criptomonedas del mundo y, por tanto, frena sus ambiciones de derrocar a Tether como la mayor ‘stablecoin'». Sin embargo, apuntan que «los creadores de mercado institucionales nativos de criptomonedas creen que para los clientes que quieren operar en Binance usando sus USDC, esta decisión elimina los pasos para hacerlo».
Es decir, detallan desde Julius Baer que los inversores pueden seguir imprimiendo USDC como lo hacían en el pasado, depositarlo en Binance, que se convierte automáticamente en BUSD, usarlo de la forma que quieran y retirarlo en USDC si lo desean. En particular, otra importante bolsa de criptomonedas, FTX, convierte ahora el USDC automáticamente, lo que ayuda a los creadores de mercado.
Por otra parte, «los usuarios del USDT todavía tienen que soportar el proceso que requiere la conversión manual de los activos en BUSD. Esto podría causar fricciones para los operadores de USDT y hacer que esta moneda pierda terreno», explican.
En definitiva, los expertos de la entidad señalan que «nos mantenemos en nuestra opinión de que las stablecoins se consideran «dinero privado» y que los reguladores no están a favor de su generalización». Sin embargo, «las stablecoins mantendrán su utilidad, ya que son requeridas por los inversores para entrar en el mercado de las criptomonedas y también ayudan a los criptoinversores a estabilizar su cartera en tiempos de volatilidad».