Los tres riesgos que representa el euro digital, según el Banco de España

Los tres riesgos que representa el euro digital, según el Banco de España

Así lo dijo durante la cena de recepción de la Conferencia Anual de la Central Bank Research Association (CEBRA) que tuvo lugar este martes por la noche. La dirigente enumeró los tres riesgos que ha identificado el BdE sobre el euro digital. Son los siguientes:

1. Anonimato: «Si, por ejemplo, se permitiera el anonimato como medio para proporcionar el mayor nivel posible de privacidad, estaríamos comprometiendo nuestro compromiso con la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación de actividades delictivas», explicó Delgado. Además, señaló, «esta configuración pondría en duda la eficacia de las herramientas para limitar el uso del euro digital como depósito de valor».

Por ello, apuntó, «es necesario encontrar un equilibrio entre minimizar la participación del Eurosistema y de los intermediarios en el tratamiento de los datos de los usuarios y garantizar el cumplimiento de la ley».

2. Más responsabilidades del Eurosistema: según la subgobernadora del Banco de España, «es probable que un euro digital aumente también las responsabilidades operativas generales del Eurosistema de los canales de pago, con independencia del papel que en última instancia pretenda desempeñar en la liquidación de estas transacciones».

Así pues, apuntó Delgado, «al promover un euro digital debemos reconocer que el Eurosistema está poniendo potencialmente en juego su reputación, independientemente de que decida confiar en terceros para su distribución y funcionamiento o no».

3. Amenaza para la estabilidad financiera: este es, según la subgobernadora del BdE, «la mayor fuente de preocupación». Como explicó, si hay una «expansión no controlada del euro digital como forma de inversión» eso podría, de hecho, «amenazar la capacidad de las autoridades para mantener adecuadamente la estabilidad financiera».

Según apuntó Delgado, «un euro digital demasiado atractivo y accesible podría fomentar una importante migración de los depósitos de los bancos, comprometiendo así su capacidad de intermediación y préstamo, además de desestabilizar probablemente todo el sistema bancario en momentos de tensión financiera».

SALVAGUARDAS

Ante estos riesgos, remarcó Delgado, los debates ya se centran en las «posibles salvaguardias que podrían incorporarse al euro digital», aunque las decisiones finales siguen estando bastante abiertas. ¿La razón? Muy sencillo, porque «no solo dependen de la viabilidad práctica de las distintas herramientas disponibles, sino también de la probabilidad de que se materialicen los distintos escenarios y de la medida en que éstos puedan comprometer realmente la capacidad de resistencia de los bancos».

Por lo tanto, «el ajuste de las características de diseño del euro digital exige una investigación adicional». Y es que, incidió, «el proyecto del euro digital tiene pocas posibilidades de éxito a menos que pueda demostrar que cuenta con una sólida base teórica sólida«.

En su opinión, el mejor proyecto posible para el euro digital será aquel que «ayude a maximizar sus beneficios al tiempo que contenga sus riesgos«.

BOLSA