Denominada así por las dolorosas ampollas rojas que produce, se detectó por primera vez en el estado costero de Kerala, al suroeste del país, y se ha expandido a los estados vecinos de Tamil Nadu y Odisha, en el este, en donde se habrían infectado niños de hasta nueve años.
La buena noticia, según el ministerio de Sanidad indio, es que el virus no pone en peligro la vida de los niños, aunque ha publicado esta semana unas directrices para la realización de pruebas y la prevención en todos los estados.
“La rara infección vírica se encuentra en estado endémico y se considera que no pone en peligro la vida; sin embargo, debido a la terrible experiencia de la pandemia de Covid-19, es deseable un manejo vigilante para prevenir nuevos brotes”, señalan en la revista científica ‘The Lancet’.
¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE?
Según destaca el artículo de ‘The Lancet’, el virus presenta síntomas similares a los del Covid-19, aunque “no está relacionado con el SARS-CoV-2”: fiebre, fatiga y dolores corporales, así como erupciones en la piel y dolores intensos en las articulaciones. “Estas ampollas se asemejan a las observadas con el virus de la viruela del mono en individuos jóvenes”, añaden.
Al igual que ocurre con otras infecciones víricas, los síntomas adicionales incluyennáuseas, vómitos, diarrea, fiebre, deshidratación, hinchazón de las articulaciones y síntomas comunes de tipo gripal, que son similares a los que se manifiestan en el dengue.
De hecho, la gripe del tomate, indican, podría ser una secuela del ‘chikungunya’ o del dengue en los niños, más que una infección vírica. El virus también podría ser una nueva variante de la enfermedad vírica de manos, pies y boca, una enfermedad infecciosa común que afecta sobre todo a los niños de 1 a 5 años y a los adultos inmunodeprimidos, y algunos estudios de casos han mostrado incluso la enfermedad de manos, pies y boca en adultos inmunocompetentes.
La gripe del tomate es actualmente una enfermedad autolimitada y no existe ningún medicamento específico para tratarla, explican estos expertos.
¿QUIÉN PUEDE CONTAGIARSE?
Al igual que otros tipos de gripe, indican, la gripe del tomate es “muy contagiosa”. Los niños corren un mayor riesgo de exposición a la gripe del tomate, ya que las infecciones víricas son frecuentes en este grupo de edad y el contagio suele producirse por contacto estrecho.
También corren un riesgo especialmente alto por el uso de pañales, por tocar superficies sucias y por llevarse cosas directamente a la boca. Sin embargo, los adultos podrían estar en riesgo si no se controla el brote y se limita la transmisión.
«Dadas las similitudes con la enfermedad de manos, pies y boca, si no se controla y previene el brote de gripe del tomate en los niños, la transmisión podría tener graves consecuencias al propagarse también en los adultos», señala el artículo de ‘The Lancet’.
“Dado que la gripe del tomate es similar al ‘chikungunya’ y al dengue, así como a la enfermedad de manos, pies y boca, el tratamiento también es similar, es decir, aislamiento, reposo, abundantes líquidos y esponja de agua caliente para el alivio de la irritación y las erupciones”, explican estos expertos.
Asimismo. se requiere una terapia de apoyo con paracetamol para la fiebre y el dolor corporal y otros tratamientos sintomáticos.
El aislamiento debe seguirse durante 5-7 días desde la aparición de los síntomas para evitar la propagación de la infección a otros niños o adultos. La mejor solución para la prevención es el mantenimiento de una higiene adecuada y la higienización de las necesidades circundantes y del entorno, así como evitar que el niño infectado comparta juguetes, ropa, alimentos u otros artículos con otros niños no infectados.