La inflación muestra tímidos signos de enfriamiento y este experto espera que la tasa del IPC subyacente se mantenga muy por encima del 4% interanual a finales de año. Aunque añade que el descenso de los precios del petróleo está reduciendo las expectativas.
Por otra parte, afirma que «la subida de 75 puntos básicos en julio ha marcado probablemente el punto álgido de la política monetaria«, y que «el endurecimiento monetario continuará a un ritmo más lento y estará más atento a la actividad real».
Según los primeros datos, en el segundo trimestre el PIB se contrajo un 0,9% anualizado tras la caída del 1,6% en el primer trimestre, lo que coincide con la definición de recesión técnica. La decepcionante lectura se vio impulsada en gran medida por la reducción de existencias, pero también mostró un impacto mayor de lo esperado del endurecimiento de los tipos sobre la demanda, especialmente en la inversión residencial, que sólo se vio compensado en parte por el moderado aumento del consumo.
Por lo tanto, desde Generali han recortado su previsión de PIB para 2022 al 1,7%. Las condiciones financieras aún desfavorables y la ausencia de estímulos fiscales limitarán el crecimiento de 2023 al 0,7%. Las cifras del PIB agudizarán los temores de una inminente recesión en EEUU y «existe una probabilidad de que esta se produzca de casi el 50% en el primer semestre de 2023», reitera Zangheri.
La economía se está debilitando, pero el mercado laboral sigue siendo fuerte, manteniendo el consumo a flote a pesar de la elevada inflación. No obstante, la bajada de los precios del petróleo reducirá la inflación general y ya está moderando las expectativas, añade.
Sin embargo, considera que el descenso hacia niveles de inflación sostenibles sigue obstaculizado por las continuas interrupciones de la oferta. Según la Fed de San Francisco, la oferta representa más de un tercio de la última lectura del IPC subyacente. Y el debilitamiento de las ventas de viviendas tardará en transmitirse a la inflación sobre la vivienda; por lo que espera que la inflación del IPC subyacente termine el año justo por debajo del 5%.
Aunque la Fed decidió por unanimidad una nueva subida de 75 puntos básicos en julio, señaló que en adelante el ritmo de endurecimiento podría ser más lento si la inflación no sorprende al alza, ya que la desaceleración de la economía restablecerá gradualmente los desequilibrios entre la oferta y la demanda.
Powell señaló que la senda de tipos indicada en junio, con el tipo de los fondos de la Fed alcanzando un máximo del 3,8% y manteniéndose en ese nivel a lo largo de 2023, sigue siendo relevante. Esto conlleva dos mensajes: en primer lugar, las subidas de tipos continuarán; en segundo lugar, y más importante, el precio que ya ha puesto el mercado a los recortes de tipos en 2023 es demasiado extremo, concluye este experto.