De acuerdo al BPI aún no hay respiro para la economía global. La entidad también manifestó su preocupación por la posibilidad de una estanflación a nivel global, por lo que hizo un llamado a los Bancos Centrales de todo el mundo a “velar por el largo plazo”, aún si eso implica un aterrizaje brusco en su política monetaria.
El Banco de Pagos Internacionales (BPI) declaró que la economía mundial corre el riesgo de entrar en una nueva era de alta inflación que los bancos centrales deberán controlar a toda costa. En medio de estos pronósticos nada alentadores; La entidad advirtió que muchas entidades monetarias tendrían poco margen de maniobra en sus políticas. Debido a esto, previene un mayor endurecimiento monetario así como una reducción del consumo y la inversión.
De acuerdo al BPI aún no hay respiro para la economía global. Luego de la crisis del Covid-19; dos nuevos impactos han llegado a resonar este año: el resurgimiento inesperado de la inflación y la trágica guerra en Ucrania. Estos obstáculos han obligado a decenas de bancos centrales en todo el mundo a endurecer sus medidas de política monetaria, tal y como discute la entidad en su Informe Económico Anual.
“De hecho, el acontecimiento más notable durante el período objeto de examen fue el retorno de la inflación. El mayor desafío para los bancos centrales después de la Gran Crisis Financiera habría sido llevar la inflación de regreso a la meta. Sin embargo, a medida que se desarrollaron los acontecimientos, lo que inicialmente parecía un problema momentáneo, impulsado por los ajustes de precios idiosincrásicos inducidos por Covid, se convirtió en un aumento mucho más amplio, en todos los precios a nivel global.”
La verdadera identidad del enemigo: Estanflación
La entidad dijo que mientras la mayoría de bancos centrales combaten con la inflación como su enemigo principal, deben ser cuidadosos de no desatar una amenaza aún mayor; la estanflación. Y es que para abril de 2022, tres cuartas partes de las economías ya experimentaban una inflación superior al 5%. La inflación habría regresado, pues, no como un amigo largamente buscado, sino como un “enemigo amenazante.”
“El riesgo de estanflación se cierne sobre la economía mundial, ya que la amenaza de una nueva era de inflación coincide con una perspectiva de crecimiento más débil y vulnerabilidades financieras elevadas.”
Hasta el momento, la estanflación podría ser realmente la mayor amenaza para la economía global, puesto que además del incremento exacerbado en el volumen de precios, también se tendría una grave aflicción en la producción y la inversión.
En medio de un shock estanflacionario
Para el BPI, todos los antecedentes parecen indicar que el shock actual es inherentemente estanflacionario. Agregó que su impacto en el crecimiento es desigual en todo el mundo, por lo que “a los exportadores de materias primas les va mejor que a los importadores”. Sin embargo, para el mundo en su conjunto, el resultado es inequívocamente contractivo.
Dado que los productos básicos son un insumo de producción clave, un aumento en su costo limita la producción. Al mismo tiempo, el aumento vertiginoso de los precios de las materias primas ha impulsado la inflación en todas partes, exacerbando un cambio que ya estaba en marcha antes del inicio de la guerra.
Al final, el BPI también encontró tiempo para mencionar el fenómeno del invierno cripto, al que referenció como un fenómeno de corto plazo cuya función no es más que “captar toda la atención”, mientras “la comunidad de bancos centrales vela por los objetivos a largo plazo”:
“Entonces, si bien el sonido y la furia del colapso de los precios de las criptomonedas capta toda la atención, nos corresponde a nosotros en la comunidad de bancos centrales mirar hacia estos objetivos a más largo plazo. Porque si no comenzamos hoy, nunca llegaremos allí.”
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