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Por tanto, los mercados cotizarán durante 2022 sin el apoyo monetario de la Fed, que ha sido una constante desde que comenzó la crisis financiera de 2008 y que ha sostenido las bolsas durante la pandemia.
Esto está provocando un fuerte aumento de la volatilidad, ya que los inversores están anticipando una desaceleración importante del crecimiento, que como mínimo puede provocar un periodo de estanflación; y en el peor de los casos una recesión.
El problema actual es que la falta de apoyo de la Fed se produce cuando la economía mundial se enfrenta a dos factores negativos (guerra en Ucrania y confinamientos masivos en China) sobre los que el banco central americano no tiene ninguna capacidad de influencia.
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«Esperamos una jornada de consolidación tras las fuertes caídas de la sesión de ayer. Si bien, la tendencia de fondo sigue siendo de corrección, en un entorno de riesgos al alza, hasta que los mercados adviertan que los riesgos inflacionistas se moderan», señalan desde Bankinter.
EL DATO DE INFLACIÓN, CLAVE
En este sentido, debido a la extrema sobreventa actual del mercado, el dato de inflación que se publicará este miércoles en EEUU, correspondiente al mes de abril, puede ser la excusa fundamental para justificar un fuerte rebote, aunque sea puntual, en Wall Street.
«El consenso de mercado anticipa que el dato debería situarse en el entorno del 8,1%, niveles todavía históricamente altos, pero que empezarían a marcar un cierto cambio de tendencia, augurando el comienzo de la relajación en los que a perspectivas de inflación se refiere, lo que sería recogido de forma muy positiva por el mercado tanto de renta variable como de renta fija», señalan los expertos de Ibercaja.
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«Por el contrario, un dato que sorprendiera al alza y se situara por encima de ese 8,1% tendría un efecto muy negativo sobre las curvas de gobierno, no solo norteamericanas sino también europeas, que podrían ahondar en el fuerte repunte que estamos viendo estos días», añaden.
«No descartamos repuntes puntuales, propiciados por el elevado nivel de sobreventa que muestran los índices y muchos valores, aunque éstos serán de corta duración, ya que muchos inversores los aprovecharán para reducir posiciones», explican desde Link Securities.
En su opinión, la principal diferencia es que ahora las bolsas no cuentan con el apoyo de los bancos centrales, que ahora son «uno de los principales factores de riesgo a los que se enfrentan las bolsas por su intención de combatir la alta inflación».
Aunque consideran «coherente» la postura de estas entidades, añaden que su endurecimiento monetario «dará la puntilla a muchas economías. Este escenario de bajo crecimiento y alta inflación, con tipos de interés al alza, es el que comienzan a descontar los inversores, tal y como refleja el comportamiento de los mercados de renta fija y variable mundiales».
REBOTE PUNTUAL EN EL S&P 500
«El S&P 500 confirma definitivamente un cambio de tendencia tras pulverizar el soporte de los 4.062 puntos. El selectivo norteamericano confirma la formación de un pull back a la media de 200 sesiones y se mueve en un canal bajista desde comienzos de año», explica César Nuez, analista de Bolsamanía.
«Por estos precios podríamos ver un rebote puntal, pero debemos tener muy presente que su tendencia es fuertemente bajista y que parece muy probable un desplome hasta el nivel de los 3.800 puntos. No observaremos ni la más mínima señal de fortaleza mientras que se mantenga cotizando por debajo de la resistencia de los 4.310 puntos«, añade este experto.
EMPRESAS Y OTROS MERCADOS
Las empresas tecnológicas son las que están registrando una corrección más elevada en Wall Street. El conjunto de las conocidas como ‘big tech’, los títulos de mayor capitalización del sector tecnológico, se han dejado en tres días más de un billón de dólares de capitalización bursátil en conjunto.
El barril de crudo West Texas ha recortado un 3,24% ($99,74) y el barril Brent se ha dejado un 3,41% ($102,33), mientras el euro se ha depreciado un 0,20% ($1,053). Además, la onza de oro ha retrocedido un 1,11% ($1.837). Por último, el bitcoin ha repuntado un 1,81% ($31.232) y la rentabilidad del bono americano a 10 años se ha relajado hasta el 2,993%.