No obstante el giro fue inmediato y en menos de dos meses ha caído un 32%. La pérdida del soporte de los 33.000 dólares complica su aspecto técnico en el coto plazo y nos hace pensar en una extensión de la sangría hasta el nivel de los 29.290 dólares, niveles de julio del pasado año. Mucho cuidado con el abandono de este nivel de precios ya que podríamos acabar viendo un cambio de tendencia a largo plazo. No apreciaremos ni la más mínima señal de fortaleza mientras que se mantenga cotizando por debajo de los 40.000 dólares.