La agencia ha explicado que la perspectiva ‘estable’ sobre Francia «equilibra la creciente deuda gubernamental y el débil consenso político sobre el ritmo de la consolidación presupuestaria con las fortalezas crediticias del país, incluida su economía rica y equilibrada, el alto nivel de ahorro privado, un sector financiero grande y líquido y su membresía en la zona del euro».

«Prevemos que la incertidumbre política afectará a la economía francesa, lastrando la actividad inversora y el consumo privado, y, por consiguiente, el crecimiento económico. S&P Global Ratings proyecta un crecimiento económico real del 0,7% este año, con una recuperación moderada en 2026, a medida que los consumidores y las empresas ahorren más y gasten menos ante posibles subidas de impuestos», destaca.

También apunta que «los riesgos adicionales» para su previsión de crecimiento «son considerables», sobre todo «dada la posibilidad de que el aumento de los costes de financiación pública se traslade al coste de financiación del resto de la economía francesa».

«Creemos que, gracias a la disciplina del gasto a nivel estatal (gobierno central) y a una recaudación fiscal más dinámica en lo que va de año, el gobierno está en vías de cumplir su objetivo de déficit presupuestario general del 5,4% del PIB para 2025. Sin embargo, debido a la probabilidad de modificaciones al proyecto de presupuesto de 2026, prevemos que los déficits se mantendrán elevados durante los próximos tres años», indican.

Esto se debe especialmente al «relativamente alto déficit presupuestario primario (déficit presupuestario general, sin incluir el pago de intereses), que, de no realizarse esfuerzos adicionales de consolidación presupuestaria, mejorará solo lentamente durante el horizonte de previsión».

Por tradeo