Ayer, la cotizada presentó su Plan Estratégico 2026-2030, una hoja de ruta en la que busca mayores ingresos y rentabilidad, pero también una férrea disciplina financiera y una mayor eficiencia. El plan se estructura en torno a dos horizontes temporales: 2028 (medio plazo) y 2030 (largo plazo). En concreto, la empresa ha prometido ahorrar 3.000 millones hasta 2030 y que sus ingresos y su EBITDA crezcan a un ritmo de entre el 2,5% y el 3,5%.

No obstante, la gran noticia –y lo que más preocupó a los analistas– fue el recorte del dividendo a exactamente la mitad en 2026 y los cambios en la forma de retribuir al accionista a partir del ejercicio 2027. La ‘teleco’ vinculará la retribución a los accionistas a la caja que genere, destinando entre el 40% y el 60% de la misma al pago de dividendos.

EL PROBLEMA DEL FLUJO DE CAJA

Pero eso no ha sido todo. Y es que la compañía también aprovechó ayer, junto a la presentación del nuevo plan estratégico, para dar a conocer sus resultados hasta septiembre –período en el que perdió 1.080 millones de euros– y recortar su previsión de generación de caja en 2025.

La cotizada anunció que generaría un flujo de caja libre (FCF) de «alrededor de 1.900 millones de euros», en lugar de la previsión anterior de un nivel «similar a 2024» (2.634 millones de euros), debido a retrasos en la entrada de caja por impuestos reclamados, cambios en el perímetro, divisas y peor evolución del negocio en Alemania.

El problema, señalan analistas como Javier Cabrera, estratega de XTB, es que Telefónica «no ha sido capaz de cumplir con sus objetivos de generación de caja anteriormente» y, por tanto, la vinculación del dividendo a esta métrica «añade bastante incertidumbre» para una acción que ha compensado con retribuciones una insuficiente evolución en bolsa. De hecho, de haber utilizado esta métrica para calcular el dividendo, Telefónica repartiría este año un máximo de 0,2 euros por acción, sensiblemente inferior a los 0,3 euros que se ha comprometido a distribuir.

Sobre esto último gira el último informe de Deutsche Bank sobre Telefónica, en el que reitera su recomendación de ‘vender’ el valor y al que otorga un precio objetivo de 3,3 euros. Esta valoración dibuja un potencial bajista del 11% para la ‘teleco’ española.

Según la entidad alemana, la nueva guía sobre el FCF está «un 20% por debajo del consenso», ya que Telefónica prevé que se sitúe entre los 2.900 y los 3.000 millones en 2026 y que crezca a un ritmo medio de entre el 3% y el 5% hasta 2028. En esta misma dirección apuntan otras firmas internacionales como JP Morgan o BNP Paribas.

De acuerdo con los cálculos del banco germano, Telefónica solo genera un 7% de flujo de caja libre por cada euro ingresado, es decir, por cada 100 euros en ventas solo 7 se traducen en efectivo disponible para los accionistas. Además, dejaría una rentabilidad del FCF del 5% frente a la media del 7,6% del sector.

Bankinter también se muestra bastante duro con Telefónica. En un informe publicado este miércoles, el banco naranja recorta a ‘vender’ (desde ‘neutral’) y pone el precio objetivo en revisión tras las malas noticias compartidas por la compañía.

Según estos expertos, la contrapartida del recorte del dividendo no es un mayor perfil de crecimiento, ya que sigue siendo «similar, incluso inferior» al anterior Plan Estratégico 2023-2025 (EBITDA +2%, FCF superior al 10%). Además, aunque vincular el dividendo a cierto porcentaje del FCF da flexibilidad financiera al grupo, «limita la visibilidad para los accionistas». Asimismo, llaman la atención sobre que el endeudamiento en 2028 se situará en 2,5x el EBITDA, sin mejora significativa frente al nivel de 2024 (2,6x).

«En resumen, crecimientos modestos inferiores a la inflación ponderada de sus mercados, endeudamiento estable y superior al de sus comparables y rentabilidad por dividendo elevada (en torno 5%) pero no asegurada. El Plan Estratégico decepciona y la fuerte revisión a la baja del FCF para 2025 con el año tan avanzado merma la credibilidad del grupo. A pesar de una caída de -13%, el valor pierde atractivo y no vemos catalizadores para una recuperación sostenida«, sentencia la entidad.

Renta 4 también apunta en esta dirección y señala que el dividendo se situaría en 0,17 euros en 2027, casi un 50% por debajo del actual y en línea con el prometido en 2026 (0,15 euros). «Además, el objetivo de desapalancamiento nos parece poco ambicioso, previendo una caída de la deuda neta/EBITDAaL hasta 2,5x en 2028 –2,9x en el tercer trimestre de 2025 y 2,75x tras las operaciones cerradas en HispAm–, que mantendría la ratio en un nivel superior al de las principales telecos europeas en los próximos años«, agrega Ivan San Félix, analista de la firma española.

Esta postura también la defiende Sabadell, que advierte que revisará a la baja el valor al no ver catalizadores en el corto plazo.

Por tradeo