Y es que el presidente de EEUU, ha advertido a Teherán que «sabe exactamente dónde se esconde» el líder supremo iraní, Ali Jamenei, aunque no va a «matarlo», al «menos por ahora».
Así, el mandatario y algunos miembros de su Administración han dejado la puerta abierta a una intervención estadounidense directa en el conflicto, con el objetivo de terminar definitivamente con el programa de enriquecimiento de uranio iraní.
«De ser así, e involucrarse directamente EEUU en el conflicto militar, la tensión en la región podría aumentar, con Irán optando por atacar las bases estadounidenses e intentando bloquear el estrecho de Ormuz, por donde transita a diario el 30% del petróleo mundial que se traslada por barco y, aproximadamente, el 20% de la producción mundial de crudo. No obstante, entendemos que esta posibilidad es remota ya que también perjudicaría a Irán, que vería de este modo diezmados sus ingresos en un momento de elevada necesidad», dicen en Link Securities.
«Los inversores están descartando el riesgo, preparándose para una mayor escalada y una posible prolongación de las tensiones con Irán. China está nerviosa, ya que compra petróleo iraní, mientras que Rusia se muestra inquieta al ver a uno de sus últimos aliados clave bajo una creciente amenaza. Israel, por su parte, quiere eliminar la amenaza nuclear, y Estados Unidos parece estar aceptando la idea de un cambio de régimen en Irán«, valora Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
La respuesta de Jamenei no se ha hecho esperar y ha expresado que Irán «no se rendirá». Al mismo tiempo, el líder persa ha amenazado a Estados Unidos con «daños irreparables» si Washington lleva a cabo un ataque militar contra el país, en alianza con Israel.
En este sentido, Ozkardeskaya considera que «una mayor escalada probablemente impulsaría la demanda de bonos del Tesoro estadounidense con vencimientos más largos, ayudaría al dólar estadounidense a recuperar parte de sus pérdidas comerciales y elevaría los precios del oro hacia máximos históricos. Al mismo tiempo, los precios del petróleo podrían mantenerse respaldados por el temor a que Irán, si se ve presionado, pueda bloquear los flujos de energía a través del Estrecho de Ormuz, por donde transita aproximadamente el 20% del suministro mundial de petróleo y gas».
Lo cierto es que el conflicto en Oriente Medio está provocando que los inversores dejen de lado otros temas de gran relevancia para los mercados, tal y como destacan en Link Securities.
«Entre ellos las negociaciones entre EEUU y algunos de sus principales socios comerciales, como Canadá, México, la Unión Europea (UE), India y Japón, negociaciones que, si bien parece que avanzan, no terminan de cerrarse. El mayor riesgo para las bolsas es que la fecha límite para ello, el 9 de julio, está cada vez más cerca y, aunque muchos de estos países están dispuestos a seguir negociando, es impredecible lo que pueda decidir hacer en ese momento el Gobierno Trump«, indican.
LA FED Y POWELL, TAMBIÉN PROTAGONISTAS
Y en medio de este escenario tan complicado, la Fed ha dado a conocer su decisión de tipos. En línea con lo anticipado por el mercado, el banco central ha vuelto a mantener las tasas sin cambios, en la horquilla comprendida entre el 4,25%-4,50%, en lo que supone la cuarta pausa consecutiva de su actual ciclo de flexibilización. El organismo también ha avanzado que sigue esperando dos recortes este año.
En esta reunión, la Fed ha actualizado sus proyecciones, que muestran un 2025 de menor crecimiento y mayor paro. En lo que respecta a la economía, considera que el PIB crecerá en 2025 un 1,4%, tres décimas menos que su anterior estimación. El organismo prevé ahora una tasa de desempleo del 4,5%, frente al 4,4% que estimada en marzo.
El banco central de EEUU ha revisado al alza la inflación PCE esperada para este año, hasta el 3,0%, tres décimas por encima de la previsión de marzo. Para el año que viene la ha elevado al 2,4%, desde el 2,2% anterior. En el caso de la variable subyacente, también ha sido revisada al alza, y ahora espera que se ubique en el 3,1% en 2025 y en el 2,4% en 2026.
Del mismo modo, los inversores han permanecido atentos a las palabras de Powell, quien ha comentado que están «bien posicionados para esperar y conocer más sobre el curso probable de la economía antes de considerar algún ajuste a nuestra postura política».
Sobre los aranceles, el titular de la Fed ha insistido en que los efectos «dependerán, entre otras cosas, de su nivel final. Es probable que los aumentos de aranceles este año impulsen los precios al alza y lastimen la actividad económica«. «Todos los que conozco están pronosticando un aumento significativo de los precios por los aranceles, porque alguien tiene que pagarlos».
«Mientras la economía sea sólida, mientras veamos el tipo de mercado laboral que tenemos, y la inflación siga bajando, lo más correcto es seguir dónde estamos y aprender más», ha enfatizado Powell. «El mercado laboral no está pidiendo a gritos un recorte de tipos», ha subrayado el banquero central.
ECONOMÍA Y OTROS MERCADOS
En cuanto a la agenda macro, este miércoles ha sido el turno de las peticiones semanales de desempleo, que han caído en línea con lo esperado. El dato adelanta su publicación debido a que este jueves Wall Street permanecerá cerrado por el festivo del ‘Juneteenth’ (Día del fin de la esclavitud).
En otros mercados, el petróleo West Texas ha cerrado plano ($74,82) y el Brent ha bajado un 0,12% ($76,36). Por su parte, el euro se ha depreciado un 0,05% ($1,1473), y la onza de oro ha perdido un 0,64% ($3.385).
Además, la rentabilidad del bono americano a 10 años se ha relajado al 4,389% y el bitcoin ha caído un 1,25% ($103.700).