Según comenta César Nuez, analista técnico de Bolsamanía, «muchos valores del selectivo español están dando forma a figura de agotamiento que nos hacen pensar en el inicio de una corrección», y Repsol es uno de ellos. El pasado miércoles dibujó una «envolvente bajista» que ahora hace pensar en un «alto en el camino», y eso que viene de marcar el lunes máximos de todos los tiempos.
Tal y como dice el experto, a corto plazo «podríamos acabar viendo una extensión de las caídas» hasta el nivel de los 15,50 euros, que es el primer nivel de soporte. Aunque, remarca, «no debemos olvidar que su tendencia principal es claramente alcista y que, por el momento, se trata solo de una sana corrección».
Repsol, concluye, podría «continuar ganando posiciones en cualquier momento», y así lo creen también los estrategas de Bankinter, tal y como apuntan en su último informe sobre la petrolera. «Repsol debe hacer frente a un entorno de caída del petróleo, sin embargo lo ha podido compensar con mayores precios de realización de gas y mejores márgenes de refino», destacan.
Asimismo, ponen el acento también en otras cuestiones, como la posible fusión de su negocio con APA en EEUU, la fortaleza de su balance, la elevada remuneración al accionista (rentabilidad por dividendo en 2025 estimada de aproximadamente el 6,1%) y el hecho de que cotice a múltiplos atractivos 2026, que ven como otros puntos a favor.
¿Por qué sitúan su recomendación sobre Repsol en ‘comprar’? Pues según explican, en primer lugar, porque los resultados del tercer trimestre «fueron resilientes a pesar de la caída del precio del petróleo», y es que el aumento del precio de realización del gas y la mejora del margen de refino «fueron los principales catalizadores».
Recuerdan, además, las cifras de beneficio neto presentadas por la compañía, en comparación con la estimación del consenso de analistas: Exploración y Producción, 317 millones de euros (+10,5%) frente a los 335 millones estimados; Industrial, 315 millones (+70,3%) respecto a 352 millones esperados; Cliente, 241 millones de euros (+33,9%) frente a los 203 millones previstos; Generación Baja en Carbono, 31 millones frente a 7 millones de euros estimados.
Además, también recuerdan las cifras principales comparadas con el consenso de mercado. Repsol tuvo unos ingresos de 13.094 millones de euros (-4,0%) frente a los 13.241 millones previstos; un beneficio neto de 607 millones de euros (227 millones en el mismo periodo del año anterior) frente a los 760,7 millones previstos, lo que dejó el beneficio por acción en 0,49 euros, frente a los 0,66 euros previstos.
Y la producción alcanzó los 551 mbd frente a los 557 mbd del segundo trimestre del año. Sin olvidar que la deuda neta aumentó hasta 6.890 millones, frente a los 5.728 millones de los tres meses anteriores y los 5.008 millones con los que cerró el ejercicio anterior, por el impacto de consolidación de la fusión con Neo Energy en Reino Unido.
COTIZAR EN EEUU
Por otro lado, desde Bankinter comentan que Repsol podría estar analizando una fusión de su negocio de ‘upstream’ con APA Corp., «lo que le permitiría cotizar inmediatamente en EEUU«. Tal y como explican, «una hipotética operación no sorprendería, puesto que lleva meses buscando una alternativa para sacar a cotizar su división de ‘upstream’ en EEUU».
«Bajo nuestro punto de vista tiene sentido estratégico porque se realizaría bajo formato fusión, lo que implica que el grupo resultante podría cotizar en la bolsa americana inmediatamente, puesto que APA ya lo hace», pero también remarca que de momento «se desconoce el formato», es decir, si sería OPV u OPS y los importes. Pese a ello, los analistas del banco recuerdan que la petrolera «vendió un 25% de la división de Exploración y Producción a EIG en 2022».
En ese momento, explican, «se valoró la totalidad de ‘upstream’ en 19.000 millones de dólares, o 4.800 millones el 25%. «Como referencia, esta división supone para Repsol el 57% de su Ebitda y un 45% de su beneficio neto a cierre de 2024», destacan en Bankinter, por lo que «una posible valoración mínima de 16.327 millones de euros (19.000 millones de dólares), supondría el 85% de su capitalización bursátil, lo que implicaría que afloraría valor«.
«En cualquier caso, aunque no se han confirmado cifras, lo razonable es que se coloque por encima de ese nivel«, señalan estos analistas, que además apuntan que EEUU «es el principal vector de crecimiento para Repsol: 43% de sus reservas y 35% de su producción (la división de ‘upstream’ produjo 551 mbp en el tercer trimestre).
Por último, sobre esta cuestión, comentan que para Repsol «tiene sentido que sea en el mercado americano, puesto que ahí, a diferencia de Europa, todavía existe apetito inversor en petróleo y gas», sin olvidar que la compañía «mantendría la mayoría en cualquier hipotética operación, lo que le permitirá mantener el control».
Y sobre el dividendo, creen en el banco naranja que la compañía presenta una «atractiva retribución al accionista», y es que en 2025 repartirá 0,975 euros por acción, lo que supone un incremento del 8,3% respecto a 2024. «En 2026 superará el euro por acción (rentabilidad por dividendo estimada del 6,5%)».
Aunque también ven riesgos. Entre ellos, «la moderación del precio del petróleo, en un contexto de sobreproducción mundial, caída de la demanda, aumento de la eficiencia energética y auge de las energías alternativas». Pero también mencionan a Venezuela, que «es más riesgo que oportunidad», y es que «las presiones de EEUU para impedir que se realicen negocios en el país suponen un riesgo para Repsol».

