Este 17 de octubre, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dará a conocer al mercado el resultado de la oferta, así como las decisiones que se deriven de ese resultado.

De momento, lo único que ha trascendido es que el 97,2% de los accionistas minoristas que tienen depositadas sus acciones en Sabadell, y que representan el 30,8% del capital social, no ha acudido a la opa lanzada por BBVA. Así, tan solo el 2,8% de estos accionistas, con un número de acciones que representan el 1,1% del capital social total de Sabadell, ha aceptado la opa del banco vasco.

De esta manera, se confirma que prácticamente la totalidad de accionistas minoristas de Sabadell no ha aceptado la oferta, lo que dirige todas las miradas al comportamiento de los inversores institucionales, que serán claves para saber qué porcentaje consigue finalmente BBVA.

Con este contexto, los analistas de la firma plantean tres escenarios. El primero, al que dan una probabilidad del 20%, es que BBVA consigue más el 50%. Es decir, consigue superar el umbral mínimo establecido en el folleto.

«Creemos que causaría un movimiento positivo en las acciones tanto de BBVA como de Sabadell de hasta el 3%. Esto se debe a que BBVA tendría un gran control sobre Sabadell sin necesidad de realizar una segunda opa, algo que muchos inversores están esperando. Mayor control de BBVA supondrá más facilidad para realizar los cambios que puede ejecutar durante los tres años de veto y también cuando finalice este periodo. Es decir, cuando se vaya a realizar la fusión real», señalan.

El segundo escenario, con una probabilidad del 70%, es que BBVA se queda entre el 30% y el 50% de aceptación: «Pensamos que es el escenario más probable viendo el panorama accionarial de Sabadell, con unos minoristas reacios a acudir pero con un accionariado institucional formado por gestoras pasivas y dentro de las gestoras activas con algunos arbitrajistas».

En este caso, a BBVA se le abrirían dos alternativas. En primer lugar, que BBVA sigue adelante con el proceso (probabilidad del 90%).

«Aunque el umbral mínimo establecido en el folleto de la opa establezca un alcance del 50%, BBVA también se reserva el derecho de reducirlo hasta el 30%. Sin embargo, si decide seguir adelante quedándose en este rango del 30%-50%, BBVA tendría que lanzar una segunda opa en efectivo (o con una alternativa en efectivo) por el resto del capital de Sabadell», recuerdan.

Como explican, en este caso, tanto los accionistas que han acudido a la primera opa como los accionistas que acudan a la segunda, tendrían que tributar por sus ganancias patrimoniales, «los primeros porque la exención fiscal solo se aplica en el caso de superar el 50% y los segundos por cobrar en efectivo». Además, «el precio pasaría a ser el equitativo, lo que los hace pensar que será muy similar al de la primera oferta». En cualquier caso, «la CNMV podría intervenir si considera que ha habido intención de manipulación de precios por parte de algún operador».

De hecho, creen que aquí la directiva de Sabadell «se ha anotado un punto muy importante en el proceso, porque ha sabido convencer a parte del mercado a que en una segunda opa el precio sería mayor, causando probablemente que algunos accionistas hayan renunciado a la primera para acudir a la segunda en busca de mayor rentabilidad, y si la hay se enfrentarán al mismo precio».

«En definitiva, quitando atractivo al proceso. En este escenario, creemos que las acciones tanto de BBVA como de Sabadell no se moverían mucho, porque es algo muy descontado por el mercado. En este caso, el proceso podría extenderse hasta 2026″, afirman.

La segunda alternativa pasaría por renunciar a la opa (probabilidad del 10%). Piensan así porque «la apuesta del banco ha sido muy grande y va a pesar el coste hundido, es decir, todo el esfuerzo ya realizado y el convencimiento que han trasladado a sus accionistas. En cualquier caso, si finalmente decide renunciar esto podría causar un fuerte repunte de las acciones de BBVA, así como caídas en las de Sabadell».

Finalmente, el tercero de los escenarios, con una probabilidad del 10%, es que BBVA se queda por debajo del 30%. Sería el escenario que ven menos probable por el accionariado institucional de Sabadell, pero no se puede descartar.

En este caso, «la opa habría sido un fracaso, pero se abre una posibilidad muy atractiva para el accionariado de BBVA. En concreto, el exceso de capital de la entidad podría repartirse en forma de dividendos extra o un gran plan de recompra de acciones, lo que causaría un gran optimismo en el mercado. Es por ello que la subida de las acciones de BBVA en este escenario podría ser de entre el 5% y el 10%, incluso siendo conservadores, ya que la prima de la operación podría sumarse a sus acciones. Esto es porque las acciones del comprador caen cuando se lanza la oferta y las de la empresa comprada suben, cerrándose aproximadamente esa prima inicial».

Sin embargo, exponen que el proceso se invierte si la OPA no sale adelante. «En cualquier caso, la reputación de Carlos Torres, presidente de BBVA, podría verse dañada frente a sus accionistas por la cantidad de recursos destinados para finalmente no tener éxito, además de sus continúas declaraciones del éxito del proceso», dicen.

Por otro lado, piensan que las acciones de Sabadell podrían sufrir una caída que va desde el 5% hasta el 10%, debido a la prima implícita.

«Si las caídas se aceleran, podría causar cierto descontento entre sus accionistas y se pondría el foco en su presentación de resultados del 13 de noviembre, donde desde luego si las cifras no son buenas se podría achacar a la directiva el por qué había puesto tanto ahínco en que se rechazara la opa. Además, la directiva de Sabadell ha comentado en numerosas ocasiones que la caída sería momentánea, pero se recuperaría rápidamente, un escenario que no vemos probable y que si no se cumple también dejaría mal a personas como Josep Oliu o César González-Bueno, presidente y CEO de la entidad respectivamente», concluyen.

Por tradeo