Así lo creen los expertos de Bankinter, después de que los comicios hayan situado al gobernador peronista, Axel Kicillof, como una fuerte figura opositora de cara a las elecciones nacionales de mitad de mandato previstos para el próximo mes de octubre.

Con todo, y a pesar de que Buenos Aires es un distrito clave, ya que representa cerca del 40% de la población argentina, en Vontobel consideran que «no hay que exagerar la importancia de estas legislativas provinciales».

«Teniendo en cuenta los logros económicos del Gobierno hasta la fecha, entre los que se incluyen la desinflación y la mejora de las finanzas públicas, así como sus índices de aprobación, que siguen siendo aceptables, aún hay tiempo para recuperar algo de impulso antes de octubre. Incluso un revés en las elecciones de mitad de mandato sería manejable, siempre que el Gobierno tome medidas decisivas para recuperar el apoyo de los congresistas centristas», señala Thierry Larose, gestor de la firma.

No obstante, y aunque el estratega también incide en que la participación electoral ha sido particularmente baja, en torno al 60%, conviene extraer algunas conclusiones claras, como que la provincia de Buenos Aires sigue siendo un bastión del kirchnerismo, «con Fuerza Patria ganando seis de las ocho secciones electorales, incluidas la primera y la tercera, que representan casi el 60% del electorado provincial».

Por otro lado, Larose también pone el foco en que «Milei perdió el respaldo de los votantes centristas que fueron decisivos en su victoria presidencial de 2023, muchos de los cuales simplemente se abstuvieron de votar».

Además, expresa que las recientes decisiones políticas del Gobierno, en particular su empeño en defender el peso a toda costa y su veto sistemático a las iniciativas del Congreso para aumentar las prestaciones sociales, «han generado una creciente frustración entre la población».

Del mismo modo, estima que «el reciente escándalo de sobornos es fundamentalmente diferente del anterior escándalo de Libra y se espera que cause un daño político más profundo y duradero».

De hecho, desde una perspectiva de mercado, en Vontobel afirman que «dada la magnitud de la derrota, esperamos que los activos argentinos comiencen la semana con un tono muy negativo, en particular las acciones y los bonos globales en dólares. En cuanto a los bonos locales y la divisa, la atención se centrará en la reacción del banco central y el tesoro nacional con respecto a la gestión del tipo de cambio».

«Si bien se esperaría que la respuesta política para contener la depreciación del peso fuera una intervención fuerte y condiciones de liquidez más estrictas, tales medidas corren el riesgo de profundizar la desaceleración económica y alimentar aún más el descontento público«, concluye Larose.

Por tradeo