El organismo ha publicado este jueves la nueva edición del ‘Observatorio de Deuda’, en el que analiza la evolución reciente de la deuda pública, que se situó en el 103,5% del PIB en el primer trimestre de 2025, en el que ha recogido que «pese al descenso y a las reducciones de los últimos años, España sigue siendo uno de los países de la UEM con mayores niveles de deuda«.
Así, la AIReF prevé una ligera reducción de la ratio sobre PIB en 2025, situándola en el 101,6%, lo que supone una caída de solo 0,2 puntos respecto a 2024.
«Esta moderación en el ritmo de descenso responde a un menor impulso del crecimiento económico, un mayor ajuste stock-flujo asociado a los préstamos europeos y un impacto del déficit público todavía negativo, aunque más contenido. Estas previsiones son coherentes con las recogidas por el Gobierno».
En el medio plazo, el organismo anticipa una reducción gradual de la deuda pública, que alcanzaría el 99,1% del PIB en 2029, lo que supone un descenso de 2,7 puntos respecto a 2024. No obstante, señala que esta tendencia de reducción muestra signos de agotamiento a medida que avanza la década.
De hecho, considera que 2030 marcará un punto de inflexión en la evolución de la deuda, con un retorno a la senda ascendente por el impacto del envejecimiento. «En 2050, a pesar de la menor presión demográfica, la trayectoria ascendente se mantiene por el incremento del gasto en intereses. Así, en el largo plazo, la AIReF proyecta en su escenario inercial una evolución desfavorable de la ratio que alcanza el 181% del PIB en 2070«.
Teniendo en cuenta sus proyecciones inerciales, la AIReF estima que sería necesario un ajuste de 3,16 puntos del PIB entre 2025 y 2040, distribuido en cuatro planes fiscales de cuatro años, para garantizar una senda decreciente de la deuda a largo plazo.
«Este ajuste, aplicado de forma progresiva y decreciente, permitiría reducir la ratio de deuda hasta el 62% del PIB en 2050. Cada plan garantizaría que la deuda continúa bajando incluso en escenarios adversos. El primero, ya comprometido para 2025-2028, incluiría un ajuste anual de 0,42 puntos. Los planes posteriores requerirían esfuerzos menores, adaptándose a las necesidades de sostenibilidad a largo plazo».
Con todo, para mantener una senda descendente de la ratio de deuda a largo plazo, el organismo cree que sería necesario un ajuste fiscal adicional de 0,13 puntos del PIB por cada incremento de 0,5 puntos del PIB en el gasto en defensa, a aplicar en el siguiente plan fiscal.
DEUDA AUTONÓMICA
En el Observatorio, la AIReF también ha analizado la evolución de la deuda autonómica e incluye fichas individuales para cada región. La deuda autonómica ha seguido una trayectoria marcadamente ascendente desde 2007, hasta situarse en el 21,1% del PIB a finales de 2024.
«Esta situación es común en la mayoría de las comunidades autónomas, puesto que 13 de las 17 superan el umbral legal del 13%, con marcadas diferencias regionales. Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha son las comunidades más endeudadas en relación con su PIB, con ratios cercanas o superiores al 30%».
Cataluña lidera en términos absolutos, mientras que la Comunidad Valenciana presenta la mayor deuda per cápita. En contraste, Navarra, Canarias, País Vasco y Madrid mantienen niveles por debajo del 13% del PIB.
En un escenario a políticas constantes, la AIReF estima que la ratio de deuda autonómica se reducirá gradualmente en el medio plazo, aunque seguirá por encima del 18% en 2029.
«A más largo plazo, bajo un escenario inercial, seguiría disminuyendo y alcanzaría el 13% en 2044, con una reducción de 6,8 puntos hasta 2040, gracias al crecimiento del PIB y a una evolución favorable del saldo primario. No obstante, si se aplicara un ajuste fiscal gradual de 0,23 puntos anuales entre 2025 y 2028, la ratio podría alcanzar el 13% ya en 2031″, ha concluido la AIReF.