En concreto, Israel ha lanzado esta madrugada una serie de ataques aéreos contra lugares que, según ha explicado, están relacionados con el programa nuclear iraní y con el enriquecimiento de uranio. Y es que además de destacados militares, durante el ataque también han muerto destacados científicos nucleares, al menos seis, entre ellos Fereydoun Abbasi-Davani y Mohammad Mehdi Tehranchi, según han confirmado los medios estatales iraníes.

La respuesta de Teherán no se ha hecho esperar, y ya promete una guerra abierta en Oriente Medio. Tal y como ha dicho el líder supremo de Irán, Ali ​​Jamenei, el país vengará los ataques de este viernes: «Con este crimen, el régimen sionista se ha impuesto un destino amargo y doloroso, y sin duda lo afrontará«, ha asegurado.

Se confirma así la alta tensión geoestratégica que se vive en Oriente Medio, de la que ya habíamos visto preámbulos esta semana con el llamamiento de la Administración de Donald Trump al personal de sus embajadas en Irak, Baréin y Kuwait para que abandonasen esas zonas y se quedase únicamente el personal necesario.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que los ataques han sido selectivos, tras confirmar el Organismo Internacional de Energía Atómica que Teherán había hecho oídos sordos y seguía enriqueciendo uranio, y ya ha anunciado que «esta operación continuará durante los días que sean necesarios para eliminar esta amenaza». Asimismo, ha advertido a la población israelí de lo que viene: es probable que tengan que pasar largos periodos en refugios antiaéreos ante la esperada represalia de Irán.

De hecho, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha declarado el estado de emergencia poco después del inicio de los ataques y también ha advertido a la población que «se espera un ataque con misiles y drones contra el Estado de Israel y su población civil en el futuro inmediato». Además, Israel ha decidido cerrar su espacio aéreo y suspender todos los vuelos entrantes y salientes.

Los medios iraníes han confirmado ataques aéreos de Israel contra la ciudad de Natanz, que alberga una importante instalación nuclear, y contra la ciudad de Khandab, donde se encuentra un reactor nuclear de agua pesada. Asimismo, también se ha alcanzado Khoramabad, donde se encuentra una base de misiles balísticos. Posteriormente, han confirmado también ataques israelíes contra varios lugares de Tabriz (incluido el aeropuerto), en el noroeste del país, y contra una planta de fabricación de misiles en Shiraz, al sur.

En respuesta, Irán ha lanzado más de 100 drones contra Israel. Según el Ejército de Tel Aviv, «todos los sistemas de defensa están funcionando para eliminar las amenazas», aunque avisa: vienen «horas difíciles». Y es que Israel espera que Irán responda con un misil y otro ataque con drones.

Estados Unidos no ha participado en la operación militar, pero Donald Trump fue informado previamente. «No estamos involucrados en los ataques contra Irán y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región», ha dicho el secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado, en el que ha confirmado que «Israel nos informó que consideraba que esta acción era necesaria para su propia defensa».

Este jueves Trump había reconocido que un ataque israelí «parece algo muy posible», pero también enfatizó que Estados Unidos preferiría negociar un acuerdo sobre enriquecimiento nuclear antes que un ataque militar. Finalmente no ha sido posible, y por eso este viernes ha instado a Teherán a llegar a un acuerdo «antes de que sea demasiado tarde». «Irán debe llegar a un acuerdo antes de que no quede nada», ha afirmado.

REACCIÓN DEL MERCADO

La reacción de los mercados no ha tardado en llegar, y es que los inversores intentan adelantarse y entender qué puede pasar ahora tras el ataque. Lo más llamativo es lo que está ocurriendo con el petróleo, que está totalmente disparado. Aunque ahora sube un 8%, ha llegado a dispararse más del 10%, algo que no ocurría desde 2022, cuando Rusia invadió Ucrania.

Esto, dicen los expertos, puede trastocar los planes de todo occidente para controlar la inflación. De hecho, JP Morgan ya advirtió hace unos días en un informe que si seguía escalando la tensión en Oriente Medio podríamos ver al barril de crudo instalado en los 130 dólares. De momento, el West Texas cotiza en 74 dólares y el Brent, en 75.

Y también se ven importantes subidas en la onza del oro. Como buen activo refugio, los inversores se han lanzado a comprar el metal precioso, que registra subidas de más del 1% y cotiza en 3.444 dólares.

Por tradeo