«Busco algo que ayude a algunas compañías automotrices que están cambiando a piezas fabricadas en Canadá, México y otros lugares, y necesitan algo de tiempo, porque las van a fabricar aquí. Pero necesitan algo de tiempo, así que estoy hablando de cosas así», ha señalado este lunes en el Despacho Oval.
Tras estas declaraciones, empresas del sector como Ford (+4,07%), General Motors (+3,44%), Stellantis (+5,81%) o Rivian (+4,88%) han celebrado en bolsa esta eventual tregua.
Cabe recordar que fue el pasado mes de marzo cuando Trump anunciaba un arancel del 25% a «todos los coches no fabricados» en EEUU. Una medida que, según el mandatario, podría ayudar a crecer a los fabricantes de vehículos estadounidenses, y que iba a provocar que las compañías nacionales llevasen al país los procesos que actualmente desarrollan en otros lugares. Es más, el equipo del presidente afirmaba que esperaban ingresar hasta 100.000 millones de dólares al año por las iniciativas proteccionistas.
Los analistas ya han advertido que los gravámenes a las importaciones de automóviles amenazan con elevar los precios para los consumidores estadounidenses y causar estragos en las cadenas de suministro, que están profundamente integradas en Estados Unidos, Canadá y México.
De hecho, los tres grandes fabricantes de coches de Detroit llevan semanas presionando a la administración Trump para que excluya ciertos componentes de bajo costo de los aranceles previstos.