«La previsión de beneficios por acción (BPA) para 2025 se redujo a un rango de 20,17 a 21,67 dólares, debido a los cargos por IPR&D adquiridos y las pérdidas netas en inversiones en valores de renta variable, y a un rango de 20,78 a 22,28 dólares para el BPA ajustado, debido a los cargos por IPR&D», detalla la compañía.

Mientras, ha reafirmado su previsión de ingresos anterior para 2025 y espera que se sitúen entre 58.000 millones y 61.000 millones de dólares.

En lo que respecta a la cuenta de pérdidas y ganancias del primer trimestre del año, Eli Lilly ha registrado un beneficio de 2.759 millones de dólares, lo que supone un incremento del 23% en comparación con los 2.242 millones obtenidos en el mismo periodo de 2024.

Por su parte, la facturación se ha anotado un incremento del 45%, hasta alcanzar los 12.728,5 millones de dólares, gracias principalmente al crecimiento del volumen de sus fármacos Mounjaro y Zepbound.

Las ventas en EEUU aumentaron un 49%, hasta los 8.490 millones de dólares, impulsados ​​por un aumento del 57% en el volumen, parcialmente compensado por una disminución del 7% debido a la reducción de los precios de venta. Fuera del país, los ingresos aumentaron un 3%, hasta los 4.240 millones de dólares, gracias a un incremento del 46% en el volumen, debido «principalmente a Mounjaro y, en menor medida, a Jardiance».

«Lilly tuvo un sólido comienzo de año, con un crecimiento interanual de los ingresos del 45%, impulsado por las fuertes ventas de Mounjaro y Zepbound. Nuestra cartera de productos continuó dando resultados en áreas terapéuticas clave, con aprobaciones de productos en oncología e inmunología, y el emocionante éxito de nuestra incretina oral, orforglipron, en el primero de siete estudios en fase avanzada sobre diabetes y obesidad», destaca David A. Ricks, presidente y CEO de Lilly.

Por tradeo