Pero cuando empecé a ganar más dinero que nunca, ocurrió algo peculiar, quienes perfeccionaron buenos hábitos financieros en tiempos difíciles están más que dispuestos a abandonar esas mismas prácticas una vez que obtienen más ingresos. Hay un culpable fácil de responsabilizar: el aumento gradual del estilo de vida. A medida que la gente gana más dinero, las opciones disponibles se amplían repentinamente. Y gastar no es un problema.
Más dinero suele significar más cosas que hacer: más obligaciones laborales, más responsabilidades en la vida y más dinero que administrar, invertir y asignar. Las personas que viven en la pobreza pueden ver las decisiones financieras con mayor claridad que las personas ricas que se enfrentan a las mismas opciones. Harán concesiones si eso significa mantenerse dentro de sus expectativas presupuestarias, y asumirán una mayor carga de tiempo y energía para lograrlo. Quienes viven en la pobreza pueden tomar decisiones financieras más racionales, pero el acto de tomarlas sigue siendo estresante y agotador. Llevan una carga mental mucho mayor, mientras que los que tiene más pueden permitirse pagar más si eso significa proteger su tiempo y energía.
Pero coincide en que, a medida que las personas avanzan en sus carreras y ven aumentar sus ingresos, también les puede resultar difícil mantener los mismos objetivos y hábitos que las guiaban antes. Las personas con limitaciones gestionan las cosas con más cuidado.
A medida que nuestro estilo de vida se incrementa, a menudo empezamos a pensar en el presupuesto como un castigo; en realidad es como una herramienta. Una vez que tengas una idea concreta de las cifras que entran y salen de tus cuentas mensualmente, puedes usar esa herramienta para abrir más opciones, no para quitarte algunas.
Afrontar las cifras, también te permite volver a ese lugar que recordabas de tu pasado, cuando ahorrar, presupuestar y demás no te parecía tan abrumador.
Con más dinero puede hacer más cosas pero también con más dinero puedo gastar más de lo que tienes, lo mejor sin duda es un buen asesoramiento financiero que si es digital aún es mejor.
