En su informe de inicio de cobertura sobre Indra, estos analistas señalaban que la compañía se encontraba en «un punto de inflexión en su historia bursátil». Con la nueva dirección centrando su enfoque en el área de defensa, Berenberg anticipaba que Indra «se convertiría en el principal beneficiario del aumento del gasto militar en España». Al mismo tiempo, divisaban cierto potencial para que el negocio de servicios tecnológicos (Minsait) mejorara sus márgenes y redujera «parcialmente» la brecha de rentabilidad frente a sus competidores.
«Los resultados del tercer trimestre, publicados el 30 de octubre, y los recientes contratos adjudicados parecen confirmar nuestra visión«, sentencia la firma germana.
RESULTADOS POSITIVOS
La tesis de Berenberg se basa en los buenos resultados de Indra hasta la fecha. Según informó la compañía, el beneficio neto aumentó un 57,9% entre enero y septiembre, situándose en 291 millones de euros, con los ingresos aumentando hasta 3.611 millones de euros, un incremento del 6,2% que se eleva al 8% si se elimina el efecto de las divisas.
En el tercer trimestre estanco, los beneficios crecieron un 9,3%, hasta los 77 millones de euros. Según Berenberg, los ingresos entre julio y septiembre se situaron un 4% por debajo de las proyecciones de los analistas, pese a mejorar un 6% en tasa interanual (1.162 millones de euros). Esto, explican, se debió «principalmente» al negocio de Defensa, ya que Tess Defence, la empresa de vehículos blindados participada por General Dynamics a través de Santa Bárbara, «todavía no ha contribuido al crecimiento global».
En cambio, añaden, el desempeño de Minsait fue «mejor de lo esperado», con un crecimiento orgánico del 7% interanual. La división digital de Indra volvió a aportar la mayor parte de los ingresos del grupo: 2.226 millones de euros hasta septiembre (+3,1%), un 61,6% de la facturación. La empresa precisó que contribuyeron de forma inorgánica las adquisiciones de Totalnet y MQA.
«Los márgenes se vieron afectados por un mayor nivel de costes, ya que Indra señaló que ya está aumentando su plantilla y otros gastos operativos para prepararse para la ejecución de los PEM (Programas Especiales de Modernización). En conjunto, los resultados fueron relativamente neutrales, con la guía para el ejercicio 2025 una vez más confirmada», agrega la firma germana.
Por ello, Berenberg elevan sus previsiones de beneficio por acción (BPA) para 2025, principalmente para reflejar el mejor rendimiento de Minsait. Además, si bien reconocen que la dirección todavía no ha proporcionado una guía detallada sobre cómo los nuevos PEM afectarán a la cuenta de resultados, estima que los nuevos contratos deberían añadir unos 800 millones de euros en ingresos en 2026 y unos 1.100 millones de euros en 2027. En consecuencia, aumenta sus estimaciones de BPA para 2026 y 2027 en un 7,5% y 15%, respectivamente.
«Aún no incluimos en nuestras estimaciones las adquisiciones de Hispasat e Hisdesat (se votarán el 28 de noviembre), ya que preferimos esperar a su cierre. A los precios actuales, Indra cotiza a unas 20,2x y 17,5x su ratio precio beneficio (PER) de 2026 y 2027, respectivamente», añaden estos estrategas.
UN GRAN MOMENTO
Los mencionados PEM forman parte del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa, que contempla un presupuesto total de 10.471 millones de euros para el año 2025, que permitirá aumentar el gasto total en defensa y alcanzar el objetivo del 2% del gasto del PIB adquirido ante la Unión Europea y la OTAN. Indra fue la gran beneficiaria de etas inversiones, ya que la compañía presidida por Ángel Escribano obtuvo 6.500 millones de euros en préstamos al cero por ciento de interés.
La compañía ha explicado que, gracias a estos préstamos, «movilizará a la industria nacional y generará más de 3.000 empleos directos de alto valor añadido». Los préstamos permitirán a Indra abordar los nuevos programas de Defensa a través de su red nacional de proveedores, que actualmente está compuesta por un ecosistema en el que un 65% son pymes, ‘startups’, y centros tecnológicos o de investigación. En la actualidad, Indra ya está subcontratando cerca del 77% a la industria nacional.
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Estas líneas de financiación están destinadas a financiar nueve PEM de 31 que hay, como el desarrollo y adquisición de radares de localización de orígenes de fuego indirecto o la unificación de los 19 sistemas utilizados actualmente por las unidades de artillería del Ejército de Tierra en un único sistema. Entre estos proyectos también se encuentra el desarrollo del nuevo vehículo lanzapuentes, un contrato de 190 millones de euros al que también aspiraba General Dynamics.
Según Sergio Ávila, analista de IG, la propuesta del Gobierno de España es «ambiciosa» e Indra acapara «el grueso» del capital desplegado por el Ejecutivo. «Se le reasignan contratos que antes estaban en manos de gigantes como Telefónica o Elbit. En otras palabras: el Estado concentra sus apuestas en una sola firma para reforzar capacidad tecnológica nacional. Y eso tiene efecto dominó en la valoración bursátil», apunta el estratega.
Ello hace que invertir en Indra «ya no es una jugada temática: es asociarte con la ambición estatal de defensa inteligente». «Pero ojo: nadie garantiza que los proyectos no se retrasen o que los costes no escapen de control. El triunfo dependerá de que Indra entregue sin fallos. Si lo logra, sus acciones pueden tener un recorrido brillante», agrega Ávila.
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En otro orden de cosas, los buenos resultados de Indra hasta septiembre le han permitido superar un año antes de lo previsto la primera fase de su Plan Estratégico a 2030, además de reafirmar todos los objetivos financieros para 2025. Por este motivo, la compañía ha anunciado que celebrará un Capital Markets Day en el segundo trimestre de 2026 para detallar la segunda fase de su hoja de ruta. Entre otros hitos, Indra espera alcanzar una cifra de negocio de 10.000 millones de euros y un margen EBITDA del 14%.
Asimismo, la compañía llevó a cabo el pasado 30 de octubre el lanzamiento oficial de IndraMind, la primera iniciativa tecnológica española que desarrolla inteligencia artificial (IA) soberana. La compañía ha explicado que esta unidad de negocio arranca con un volumen de ventas de más de 300 millones de euros y 3.000 profesionales «altamente cualificados».
Finalmente, José Vicente de los Mozos, CEO de Indra, ha reconocido recientemente que la rumoreada fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) no le preocupa, pues «las cosas se están haciendo según las reglas de gobernanza». «pensando, y así lo dije al consejo (de administración), que es una buena operación para el grupo Indra. ¿Por qué? Porque complementa el porfolio y da un ADN industrial que Indra no tiene», explicó el ejecutivo en un desayuno informativo organizado por ‘Europa Press’.

