El foco de los inversores sigue puesto en la reunión en Estocolmo (Suecia) entre EEUU y China. Ayer comenzó la tercera ronda de negociaciones en materia arancelaria en algo menos de tres meses, encabezadas por el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y por Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense.

Mientras que la delegación china llegó el domingo por la tarde, sus homólogos estadounidenses aterrizaron en la capital sueca el lunes. Al igual que en rondas anteriores en Ginebra y Londres, se espera que las negociaciones duren varios días.

Durante una conferencia de prensa del Gobierno celebrada pocas horas antes del encuentro, Pekín pidió a Washington construir consensos y reducir malentendidos «sobre la base de la igualdad, el respeto y la reciprocidad».

«La posición de China siempre ha sido coherente y clara: espera que la parte estadounidense colabore con China para implementar el importante consenso alcanzado durante la llamada telefónica entre ambos presidentes, y hacer pleno uso del mecanismo de consulta económica y comercial entre China y EEUU», afirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun. Estos esfuerzos serían esenciales para garantizar que las relaciones entre China y Estados Unidos se mantengan estables, saludables y sostenibles a largo plazo, agregó.

El lunes, el presidente Donald Trump anunció que un arancel global probablemente oscilaría entre el 15% y el 20%. Esto afectaría a las importaciones de países que aún no han negociado acuerdos comerciales independientes con Estados Unidos.

Fuentes de ‘South China Morning Post’ reconocen que una pausa de tres meses de los aranceles es un desenlace más que probable. Por su parte, ‘Financial Times’ informó que EEUU ha congelado ciertas restricciones a las exportaciones de tecnología –especialmente chips de inteligencia artificial (IA) – hacia China para no entorpecer las negociaciones comerciales.

El otro gran objetivo es que Trump logre reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, este año. Washington ha expresado su preocupación por el posible uso militar de los chips por el ejército chino o por la potencial ventaja que daría a sus empresas en la carrera por la innovación.

Washington no ha indicado qué considera un progreso suficiente en este tema como para justificar una reducción de los aranceles. Según las fuentes consultadas por ‘SCMP’, se espera que EEUU presione a China para que se comprometa a «grandes compras» de productos estadounidenses en las negociaciones comerciales en Suecia.

No obstante, los datos aduaneros muestran que las importaciones chinas de varias mercancías estadounidenses han caído drásticamente o incluso se han detenido por completo en los últimos meses. Sin ir más lejos, desde mayo y abril, respectivamente, las importaciones de petróleo y carbón estadounidenses se detuvieron prácticamente por completo.

Por otro lado, la firma de investigación Canalys ha indicado que India ha superado recientemente a China como el principal exportador de teléfonos inteligentes a Estados Unidos. Este ‘sorpasso’ es el reflejo de los cambios en la cadena de suministro de fabricación de terminales, especialmente de modelos como el iPhone de Apple, para evitar los elevados aranceles a productos chinos.

En el plano empresarial, las acciones de Singapore Airlines se desplomaron un día después de que la aerolínea informara una caída del 59% en sus ganancias del primer trimestre. El beneficio neto cayó a 186 millones de dólares singapurenses (144 millones de dólares estadounidenses) en el trimestre que finalizó el 30 de junio, según el informe de resultados de la compañía. La compañía atribuyó la caída a la reducción de ingresos por intereses y pérdidas de sus empresas asociadas.

Por tradeo