
Somos conscientes que sabes que puedes deducirte hasta 1.500 euros de la base imponible general (aunque existe un límite porcentual del 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas) si los aportas a tu plan de pensiones.
Es cierto que, a efectos fiscales, da igual si tu aportación la haces repartida durante el año o el último mes. Pero, a otros efectos, es mucho mejor aportar todos los meses.
Psicológicamente, aportar pequeñas cantidades todos los meses nos produce un menor estrés en nuestras finanzas diarias.
Además resulta mucho más cómodo, ya que una vez estableces una aportación periódica mensual no tienes que estar pendiente de rellenar el «papeleo» cada vez que haces la aportación periódica del año.
Pero la razón más importante es por la rentabilidad y el efecto del interés compuesto. El interés compuesto es el nombre que recibe el fenómeno que se da al recibir interés sobre algo que ha generado esos intereses haciendo que la siguiente vez que se reciban los intereses la cantidad sobre la que se generan sea mayor. Esto hace que el crecimiento, en este caso de tu inversión, sea exponencial.
Si no solo quieres deducirte una cantidad de tu IRPF, sino que también quieres que ese ahorro suponga un complemento real para tu jubilación, aporta mes a mes a tus planes de pensiones.
