OCU considera que el gigante de la tecnología actualizó el software en los diversos modelos del iPhone 6 para ocultar los problemas de rendimiento ocasionados en sus baterías, sabiendo que esto causaría una ralentización y pérdida de rendimiento de los teléfonos empujando a los consumidores a comprar un nuevo modelo. Este hecho es calificado por la OCU como causa de perjuicio económico a niveles de cifras de entre 40 y 80 millones de euros aproximadamente.
En diciembre de 2020 OCU presentó unas diligencias preliminares con el objetivo de solicitar a Apple la identificación de los afectados a fin de que la organización pudiera defenderles en los Juzgados. Una vez solicitado ese trámite se procede a la presentación de la demanda en la que OCU solicita a Apple una compensación, no solo por el perjuicio causado por el cambio de móvil o de batería, sino también por los daños morales.