Target ha publicado un beneficio por acción (BPA) de 2,19 dólares, cifra que se ha situado muy por debajo de los 3,07 dólares pronosticados. El beneficio neto cayó hasta 1.010 millones desde 2.100 millones en el mismo periodo del año anterior.
Y aunque sus ingresos de 25.170 millones han superado la previsión de 24.500 millones, los inversores castigan su pérdida de rentabilidad.
El consejero delegado, Brian Cornell, ha explicado que el aumento de las ventas ha ido «acompañado de costes inusualmente altos«, en un escenario de elevada inflación en EEUU.
«Aunque vimos un crecimiento saludable de los ingresos brutos en el trimestre, fuimos menos rentables de lo que esperábamos o pretendíamos ser con el tiempo«, ha reconocido Cornell. Entre los principales problemas, Target ha mencionado problemas con los inventarios y presiones salariales.
El mal recibimiento a los resultados de Target se suma al realizado por el mercado a las cuentas de Walmart, que este marte se desplomó tras advertir también sobre el aumento de los costes y el impacto en su rentabilidad.