China anunció este lunes a última hora la relajación de más medidas restrictivas para contener el Covid. En concreto, ha comunicado el fin de las cuarentenas para los viajeros internacionales desde el 8 de enero. Además, el precio del crudo también está pendiente de la posibilidad de que las tormentas invernales en EEUU estén afectando a la logística y la producción de productos petrolíferos y petróleo de esquisto.
Este pasado viernes, el Brent y el WTI subieron alrededor de un 3%. Ambas referencias registraron sus mayores alzas semanales desde octubre. Los mercados británicos y estadounidense permanecieron cerrados este lunes por la festividad de la Navidad.
«A pesar de las últimas subidas de los precios del petróleo, el mercado sigue tremendamente volátil dada la incertidumbre que rodea la evolución tanto de la demanda como de la oferta mundiales de crudo», comenta Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management. «Aunque los temores a una recesión mundial han dictado la dirección de los precios del crudo en los últimos meses, es posible que este factor sólo domine por poco tiempo. El panorama de la oferta mundial de petróleo sigue siendo inquietante, ya que Rusia podría acabar cerrando la producción y la OPEP+ podría reducirla aún más», añade este experto.
En concreto, las fuertes alzas del crudo de finales de la semana pasada se achacaron al temor ante la posibilidad de un recorte de producción por parte de Rusia.
«Mientras tanto, creemos que la reapertura de China (segundo consumidor mundial) debería ayudar a compensar la menor demanda en EEUU y Europa, lo que se traduciría en un modesto aumento de la demanda mundial de petróleo. Con todo, la principal fuente de incertidumbre del mercado del petróleo radica en la oferta, por lo que es probable que el equilibrio global del mercado siga siendo muy ajustado», comenta Innes.
«Salvo una recesión mundial profunda y prolongada, creemos que la intensa montaña rusa del mercado del petróleo debería continuar en 2023«, concluye este experto.