Truss, que se convertirá en la tercera mujer en ocupar el número 10 de Downing Street, ha afirmado que va a cumplir sus promesas y que tiene un «plan audaz» para reducir los impuestos y hacer crecer la economía de Reino Unido.
Los mercados estarán atentos a las propuestas inmediatas en materia de impuestos y gastos, siendo el apoyo adicional tanto a los hogares como a las empresas un elemento clave para el sentimiento del mercado británico. «Mayor gasto fiscal, más proteccionismo comercial y, por tanto, una política monetaria más estricta. Históricamente hablando, esta es una combinación que ha demostrado ser positiva para la divisa», indican los expertos de Ebury.
«No hay ninguna píldora mágica para la situación actual y es habitual que los candidatos hagan grandes promesas y no cumplan lo prometido. Pero aún existe la esperanza de que se anuncie un nivel adecuado de ayuda y se ponga en marcha más pronto que tarde», dice por su parte Naeem Aslam, analista de Avatrade. «Esto ayuda a la libra esterlina».
Este martes Johnson presentará primero formalmente su dimisión a la reina y después Isabel II llamará a Truss para pedirle que forme Gobierno. Una vez cumplido este acto constitucional, que tendrá lugar en Balmoral, la nueva primera ministra viajará a Londres para designar a los miembros de su Ejecutivo.
La nueva líder tiene por delante un gran desafío político, que viene marcado por hacer frente a la inflación más alta en Reino Unido desde hace 40 años y a unas facturas de luz y gas con unos precios desorbitados.