JPMorgan ha congelado fondos de startups de stablecoins tras detectar vínculos operativos con Venezuela, un país sometido a fuertes sanciones financieras por parte de Estados Unidos. La medida, revelada por reportes recientes, afectó a dos startups respaldadas por Y Combinator y generó inquietud en el ecosistema cripto sobre el acceso bancario y los riesgos regulatorios en jurisdicciones sensibles.
Aunque el banco niega una ofensiva directa contra las stablecoins, el episodio subraya cómo el cumplimiento normativo sigue siendo un factor crítico para las empresas cripto. El caso abre una discusión más amplia sobre sanciones, banca tradicional y el futuro de los proyectos que operan en mercados de alto riesgo.
Sanciones, cumplimiento y el rol de JPMorgan
La congelación de fondos de startups de stablecoins por parte de JPMorgan surge como resultado de estrictos controles de cumplimiento relacionados con sanciones estadounidenses.
Según los reportes de The Information, las startups Blindpay y Kontigo mantenían conexiones operativas con Venezuela, lo que activó alertas internas en el banco. Ambas accedían al sistema financiero estadounidense a través de un intermediario de pagos, lo que no evitó el escrutinio regulatorio.
Las entidades bancarias están obligadas a aplicar normas de “conozca a su cliente” y monitorear el origen y destino de los fondos.
En contextos como el venezolano, estas obligaciones se intensifican debido a órdenes ejecutivas vigentes desde 2019 que restringen transacciones con actores vinculados al Estado. El incumplimiento puede derivar en sanciones severas por parte de autoridades financieras.
Un banco puede operar con empresas de stablecoins, pero debe cortar relaciones cuando detecta exposición a jurisdicciones sancionadas. Esta es la línea que JPMorgan sostiene al afirmar que la decisión no fue contra las stablecoins en sí, sino contra el riesgo regulatorio asociado.
En las últimas 24 horas, analistas del sector han señalado que este tipo de acciones no son aisladas. Reflejan una tendencia de mayor vigilancia bancaria, especialmente tras recientes movimientos del gobierno estadounidense para reforzar sanciones económicas contra Venezuela y sus flujos financieros internacionales.
Mientras tanto, JPMorgan aclara que no está tomando medidas más duras contra las stablecoins. Según explicó un portavoz citado por The Information, esto no tiene nada que ver con las empresas del sector.
De hecho, el banco sigue dando servicios tanto a emisores de stablecoins como a negocios relacionados con ellas, e incluso hace poco llevaron a bolsa a uno de estos emisores.
Impacto en startups de criptomonedas y el ecosistema de stablecoins en Venezuela
Para las startups de criptomonedas, que JPMorgan congela fondos de stablecoins, el impacto va más allá del acceso inmediato al capital.
El bloqueo bancario puede frenar operaciones, afectar la confianza de inversores y retrasar planes de expansión. Incluso proyectos con respaldo de aceleradoras reconocidas quedan expuestos cuando operan en regiones de alto riesgo.
El episodio también evidencia una brecha estructural entre innovación del sector cripto y banca tradicional. Las stablecoins buscan facilitar pagos transfronterizos y acceso financiero, pero dependen de bancos para interactuar con el sistema fiduciario. Cuando esas conexiones se rompen, la operatividad se vuelve vulnerable.
“El venezolano pierde una muy útil herramienta q le permitía conectar financieramente con el mundo exterior”, lamentó JW en X.
Comparado con otros mercados, el caso venezolano es especialmente sensible. Las sanciones recientes del Departamento del Tesoro y acciones como la incautación de cargamentos petroleros refuerzan un entorno donde cualquier vínculo financiero es examinado con lupa. Para los bancos, el costo de un error supera con creces el beneficio de mantener la relación.
En el corto plazo, expertos señalan que veremos mayor cautela de bancos hacia startups de stablecoins con presencia en países sancionados. A largo plazo, el sector podría acelerar la búsqueda de alternativas de infraestructura financiera, aunque estas también enfrentan límites regulatorios.
En resumen
JPMorgan congela fondos de startups de stablecoins no por rechazo al sector, sino por riesgos regulatorios ligados a Venezuela. El caso muestra cómo las sanciones siguen condicionando el acceso bancario del ecosistema cripto en el país sudamericano.
Para las startups, el mensaje es claro: la expansión global requiere una estrategia sólida de cumplimiento y gestión de riesgos.
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