«Si avanzamos rápidamente hasta 2026, aumentaremos nuestras entregas», ha señalado su director financiero, Jay Malave, quien también prevé que la certificación del avión 737-10, que lleva años de retraso, llegue a lo largo de los próximos doce meses.

Además, desde la firma aeroespacial estadounidense creen que este incremento de las entregas será un catalizador para el flujo de caja, que anticipan sea positivo el año que viene. Y es que Boeing no ha obtenido beneficios anuales desde 2018.

Por otro lado, Malave considera que los márgenes de efectivo van a recibir un «impulso bastante significativo» hasta 2030 debido a la mayor productividad. De hecho, Boeing ha estado experimentando una tendencia alcista después de un periodo complicado tras la explosión de un tapón de puerta en un vuelo en enero de 2024. En julio, Kelly Ortberg, consejero delegado de la firma, ya avanzó que estaban comenzando a ver cambios en su negocio, incluida la reducción de sus pérdidas trimestrales.

En este sentido, Boeing ha reducido sus pérdidas hasta los 5.337 millones de dólares en el tercer trimestre en comparación con los ‘números rojos’ de 6.170 millones obtenidos entre julio y septiembre del ejercicio anterior. Esta mejora de las cifras llegaba como consecuencia de los ingresos, que mejoraban un 30%, hasta los 23.270 millones de dólares frente a los 17.840 millones registrados un año antes, y por encima de los 21.970 millones de dólares esperados por el mercado.

En cuanto a los números de los nueve primeros meses del año, la pérdida neta de Boeing ha descendido hasta los 5.982 millones de dólares y los ingresos han sumado un 28%, hasta los 65.515 millones de dólares.

Por tradeo