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La OCDE prevé un PIB español sólido y pide planes para apoyar el crecimiento y la sostenibilidad fiscal
Como ya adelantó la organización hace unos días en su ‘Economic Surveys: Spain 2025’, el crecimiento de la economía española ha sido «constante y resiliente», superando a sus pares europeos y a la mayoría de las proyecciones.
Ahora, en su informe de perspectivas económicas globales de diciembre, la OCDE detalla que el crecimiento económico se verá impulsado por una sólida demanda interna.
«El consumo privado crecerá gracias a la sólida creación de empleo, el crecimiento de los salarios reales y las mejores condiciones financieras. La inversión de empresas y hogares se expandirá gracias a las menores tasas de interés y al continuo despliegue de los fondos del RTRP, antes de desacelerarse para 2027, a medida que los fondos se vayan agotando», señala.
Mientras, «el crecimiento de las exportaciones se desacelerará debido a la menor demanda de los principales socios comerciales y a una moderación en la expansión del turismo».
En cuanto a los precios, se proyecta que la inflación disminuya a lo largo de 2026 y 2027 a medida que se moderen las presiones sobre los precios de los alimentos y los precios subyacentes. Su previsión es que la inflación descenderá al 2,3% en 2026 y al 1,8% en 2027.
«El ajuste financiero mundial y la escalada de las tensiones geopolíticas y comerciales podrían afectar la inversión privada, frenando la demanda externa e implicando tanto un menor crecimiento como una menor inflación. Las elevadas tasas de ahorro suponen un riesgo al alza para el crecimiento al respaldar el gasto y la inversión futuros», indica.
La organización también prevé que el déficit fiscal se reducirá al 2,5% del PIB en 2025 y al 2,3% en 2026-2027, «gracias a un sólido crecimiento económico y una mayor recaudación».
Como apunta, «dado el impulso del crecimiento en 2025, una brecha de producción prácticamente cerrada, el apoyo de las subvenciones del NGEU y la flexibilización de la política monetaria, España tiene margen para acelerar la reducción del déficit y así reconstruir con mayor rapidez los colchones fiscales para responder eficazmente a futuras crisis».
«La racionalización de las cargas administrativas y regulatorias, una mejor armonización de las regulaciones nacionales, regionales y locales y la simplificación de los procedimientos para acceder y reembolsar las ayudas públicas a la I+D contribuirían a mejorar la inversión y el crecimiento de la productividad«, dice. Como resultado, la deuda pública disminuirá gradualmente a lo largo del período 2026-2027.
PREVISIONES PARA LA EUROZONA
Respecto a las proyecciones de la OCDE para la eurozona en su conjunto, estiman que el crecimiento se moderará ligeramente, del 1,3% en 2025 al 1,2% en 2026, antes de aumentar al 1,4% en 2027.
«El aumento de las fricciones comerciales se verá compensado por la mejora de las condiciones financieras, el gasto de capital continuo procedente de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y la resiliencia de los mercados laborales. Se prevé que la expansión fiscal impulse la actividad económica en Alemania, como reflejo del mayor gasto en defensa e infraestructuras, pero la consolidación prevista tanto en Francia como en Italia frenará el crecimiento«, comentan.
