«Lo que hará la administración Trump es cumplir, es realmente priorizar y cambiar el enfoque hacia esta región del mundo de una manera sin precedentes«, afirmó Hegseth en una conferencia de prensa en Manila (Filipinas). El secretario de Defensa también agregó que la determinación de EEUU de defender sus intereses en la región no debería ser cuestionada.
En dicha comparecencia, Hegseth también anunció que Washington tiene pensado enviar un sistema de misiles antibuque y vehículos no tripulados «altamente capaces» al país del sudeste asiáticos, ya que la disuasión «a través de la fuerza» es necesaria en Filipinas debido a «las amenazas de los chinos comunistas».
«La paz a través de la fuerza es algo muy real, la disuasión es necesaria en todo el mundo, pero específicamente en esta región, teniendo en cuenta las amenazas de los chinos comunistas», apuntó Hegseth, quien también señaló el «gran interés» de Washington en expandir su colaboración con los países del sudeste asiático.
Las declaraciones de Hegseth contrastan claramente con la postura de Estados Unidos con sus socios europeos. Y es que el Gobierno de Trump lleva meses afirmando que Europa depende demasiado de EEUU en materia de seguridad y ha emplazado al Viejo Continente a aumentar su gasto en defensa para defenderse ante Rusia tras el evidente acercamiento entre Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin.
El pasado mes de febrero, Hegseth aseguró que no desplegará más tropas en Ucrania, y emplazó a Europa a aumentar las suyas y sus compras de equipo militar a EEUU para donárselas a Ucrania. Además, Hegseth subrayó que el país deberá ceder algo del territorio perdido ante Rusia si quiere conseguir la paz y, además, debería olvidarse de la entrada en la OTAN.
El cambio estratégico de Estados Unidos ha provocado que Europa acelere sus planes para aumentar el gasto en defensa. Los expertos pronostican que medidas como la reforma del freno de deuda en Alemania provocarán que el sector viva una edad dorada en los próximos años. «Estamos al comienzo de un ciclo de rearme que durará una década, lo que impulsará el crecimiento de ganancias a medio plazo para el sector de defensa europeo a un nivel incomparable con los últimos 30 años», afirma Berenberg.
Paralelamente, Europa se ha visto sacudida por los aranceles que Trump viene imponiendo a distintos productos y sectores, como los recientemente anunciados al sector automovilístico, lo que evidencia todavía más el alejamiento entre ambos bloques. Asimismo, el presidente de Estados Unidos ha llegado a amenazar a Europa con recrudecer los aranceles recíprocos si se alía con países como Canadá para causar «daño económico» al país.
En cuanto al sudeste asiático, Filipinas y China mantienen una disputa soberanista en el mar de China Meridional y en los últimos meses se han multiplicado los enfrentamientos entre buques de ambos países. Cabe señalar que Estados Unidos tiene hasta nueve bases militares en Filipinas.
Según fuentes consultadas por ‘The Wall Street Journal’, un fortalecimiento de la coordinación militar con los aliados de EEUU, a pesar de los conflictos comerciales, enviaría un mensaje «contundente» a China y daría a Trump más ventaja en una cumbre con el líder chino Xi Jinping.
A diferencia de Europa, donde la OTAN proporciona una alianza militar centralizada, en Asia no existe un grupo regional similar. Esto significa que los aliados de EEUU en el Indo-Pacífico, incluso aquellos que son vecinos, a menudo carecen de interoperabilidad en sus sistemas de armas, entrenamiento conjunto o incluso un compromiso claro en materia de defensa.
No obstante, Trump ha criticado recientemente acuerdos como el tratado de seguridad entre Estados Unidos sin Japón. El mandatario ha indicado que el acuerdo no es en absoluto ventajoso para Estados Unidos, ya que Washington debe defender a Japón si es atacado, pero no al revés.