En este sentido, Santander lidera la recogida de beneficios (-3,55%), seguido de Sabadell (-2,27%), CaixaBank (2,14%), BBVA (-2,13%), Unicaja (-1,81%) y Bankinter (-1,07%).
Todo ello, a medida que los inversores apuestan por la cautela después de las fortísimas subidas bursátiles que ha registrado el sector bancario en lo que va de año. Sin embargo, las altas valoraciones comienzan a destacar.
«Si miramos tanto su múltiplo precio/valor en libros como su PER, el sector se encuentra cotizando en más de dos desviaciones estándar su múltiplo medio, lo que nos hace pensar que su recorrido ya es reducido. Pese a que se apunte a una menor valoración que el resto de la banca europea, esta situación también se repite en los bancos de la eurozona, por lo que pensamos que la sobrevaloración es a nivel europeo. Una mayor velocidad de recortes de tipos tendría un impacto importante en la cotización del sector, impactando también al Ibex 35″, comenta Manuel Pinto, analista de mercados.
En la misma opinión se han manifestado los estrategas de Deutsche Bank que también se preguntan si la subida de las valoraciones bursátiles ha ido demasiado rápido.
«Las acciones de los bancos españoles han experimentado un fuerte repunte a finales de 2024 y principios de 2025, superando significativamente a sus pares europeos». «Esta tendencia positiva, impulsada por la resistencia del margen de intereses, una perspectiva de tipos de interés más estable y un entorno macroeconómico generalmente benigno en España, que respalda la actividad y la calidad de los activos, puede enfrentar posibles obstáculos temporales«, indicaban la semana pasada desde la firma germana.
De hecho, y aunque esperan que «prevalezca la racionalidad a largo plazo, vemos un riesgo no desdeñable de un margen de intereses relativamente decepcionante a principios de año, lo que podría generar preocupaciones sobre la rentabilidad, que se vería comprometida por el riesgo de no cumplir con las guías de caídas del margen de intereses de un dígito bajo a medio».
Esto, en un contexto marcado por los vaivenes arancelarios de Trump y la debilidad económica de EEUU, donde el propio presidente no ha descartado una recesión.
«Según reiteró, su Administración está llevando a cabo cambios sustanciales, los cuales pueden provocar algo de turbulencias en el corto plazo, pero que él cree que generarán gran prosperidad en el futuro. Si bien, todo esto está por ver, tanto el daño a corto plazo como la prosperidad a largo plazo, la realidad es que la actuación de la nueva Administración estadounidense, por momentos errática e impredecible, está haciendo muy compleja la labor de analistas y gestores, así como el de las propias compañías cotizadas, ya que el escenario que deben afrontar todos ellos cambia por momentos y de forma radical«, dicen desde Link Securities.
«No es nada bueno que empiece a discutirse la posibilidad de una recesión y menos en EEUU, por mucho que Powell lo descarte. Insitimos en tener cuidado con los riesgos asumidos porque casi todo depende de asuntos imprevisibles, como las preocupantes negociaciones sobre Ucrania en formato geoestrategia de bazar, no de principios», indican desde Bankinter.
Por ello, los analistas de Banco Sabadell anticipan que «la semana va a estar cargada de volatilidad tras el repunte histórico de la rentabilidad del bono alemán y los temores de desaceleración en EEUU no sólo por los datos macro, sino también por el impacto de la guerra de los aranceles«.