Y añade, casi como una advertencia velada: “los inversores que miren únicamente a las grandes plataformas están dejando dinero encima de la mesa”.

UNA INDUSTRIA QUE RESPIRA AUTOMATIZACIÓN

El punto de partida del informe es claro: la industria de componentes electrónicos vive un momento de expansión alimentado por el aumento del gasto en semiconductores, maquinaria, automoción, robótica y telefonía. La adopción masiva de inteligencia artificial y la democratización del Internet de las Cosas funcionan como un viento de cola transversal, impulsando a las compañías que producen los elementos más básicos, pero críticos, de cualquier dispositivo.

“La automatización está transformando sectores enteros, desde la industria pesada hasta la salud”, explica Ganguly, que ve en este fenómeno una ola estructural, no un simple rebote cíclico. De hecho, subraya que el impacto se extiende a transporte, ‘retail’ e incluso infraestructura de robótica industrial.

Sin embargo, el experto no se engaña: los vientos no soplan a favor en todos los frentes. “El contexto macro es desafiante”, advierte, apuntando a la volatilidad de la demanda, los aranceles, la presión del dólar y las restricciones cruzadas entre Estados Unidos y China. Aun así, su conclusión es firme: “las mejores compañías del sector están creciendo incluso pese al ruido”.

TRES NOMBRES PARA EL RADAR DEL INVERSOR

Ganguly destaca tres compañías que, a su juicio, están particularmente bien posicionadas para capturar el nuevo ciclo tecnológico. No son acciones que aparezcan todos los días en los titulares, pero sí en las carteras más pacientes del mercado estadounidense. Son, en su opinión, «tres auténticas joyas».

TE Connectivity es su primera gran apuesta. Proveedor global de conectores y sensores, la firma está expuesta a todos los segmentos que están creciendo: automoción eléctrica, automatización industrial y sistemas de comunicación avanzada. “El grupo es un indicador adelantado del auge tecnológico”, señala el analista, que destaca su capacidad de escalar producción y de sostener márgenes incluso en entornos desordenados.

La segunda recomendación es nVent Electric, especialista en soluciones de protección eléctrica y gestión térmica. Puede sonar poco glamuroso, pero Ganguly lo resume con un dardo preciso: “sin nVent, buena parte de la infraestructura de IA simplemente no funcionaría”. El avance del ‘cloud’, los centros de datos y las redes de alta potencia convierte a la compañía en uno de esos peones indispensables que, sin hacer ruido, permiten jaques decisivos.

El tercer nombre es Fabrinet, una firma que fabrica componentes ópticos de alta precisión y que se beneficia directamente del crecimiento en comunicaciones avanzadas y redes de fibra. “Fabrinet es una ganadora silenciosa del auge de la IA”, afirma, recordando que sus clientes operan justo donde crece el tráfico, la latencia y la necesidad de ancho de banda.

RIESGOS QUE NO SE PUEDEN IGNORAR

El análisis de Zacks también dedica un apartado a los riesgos estructurales. Los aranceles, la guerra tecnológica entre Washington y Pekín y la escalada de tensiones geopolíticas podrían lastrar los beneficios. “Las restricciones de exportación seguirán siendo un dolor de cabeza”, sentencia Ganguly. A ello se suma la volatilidad de divisas, especialmente para empresas con cadenas de suministro globales.

Sin embargo, el experto recuerda que, en bolsa, las oportunidades no suelen aparecer en ambientes de calma absoluta. “La tecnología está entrando en una fase de madurez distinta y las compañías mejor posicionadas van a seguir ganando cuota de mercado”.

UNA OPORTUNIDAD EN PLENA TRANSFORMACIÓN

La tesis final es simple: la revolución tecnológica no se entendería sin las piezas que permiten que todo funcione. Desde sensores hasta conectores, desde infraestructura eléctrica hasta óptica avanzada, las tres compañías mencionadas forman parte del esqueleto invisible del nuevo ciclo de inversión en IA e IoT.

Para Ganguly, es un momento para ser selectivo, no temeroso: “cuando la tecnología cambia de etapa, la oportunidad está en quienes construyen, no sólo en quienes venden”.

En un mercado dominado por narrativas sobre chips, grandes plataformas y promesas de inteligencia artificial, el experto de Zacks nos recuerda algo esencial: que antes de la magia, siempre hay ingeniería. Y que, para el inversor atento, ahí es donde empieza la rentabilidad.

Por tradeo