En base a la información adelantada por ‘Expansión’, y con relación a esta transacción, la inversión conjunta en centros de datos podría alcanzar al menos 23.000 millones euros en los próximos 5 años, de los cuales 5.000 millones de euros corresponderían a capital y 18.000 millones de euros a deuda.
En este sentido, hay que recordar que actualmente ACS cuenta con 2,1GW de capacidad en data centers en desarrollo y tiene un pipeline de al menos 4GW adicionales en EEUU, Australia y Europa.
«Al margen del apoyo financiero pensamos que podría ser relevante en la búsqueda de clientes a futuro. Respecto a las inversiones de 23.000 millones de euros, asumiendo un ratio de inversión de 10-12 millones de euros/MW para construir centros de datos, estaríamos hablando del desarrollo de entre 1,9GW y 2,3 GW de capacidad, lo cual sería compatible con el pipeline de >4 GW anunciado por la compañía», explican en Sabadell, que aconseja ‘infraponderar’ ACS con un precio objetivo de 58 euros por acción.
«A falta de que se cierre el acuerdo con GIP, nuestra valoración del 100% su negocio de desarrollo de centros de datos (excluyendo otros activos de energía renovable) es de 952 millones de euros BS(e)», añaden.
Por su parte, Adrián Hostaled, estratega de XTB, considera que, con esta operación, ACS busca maximizar el valor y su proyección internacional, mientras presenta ante inversores una cartera valorada en 14.000 millones de euros en contratos internacionales y de alta tecnología.
«El acuerdo sigue la estela de otros movimientos impulsados por la firma de Florentino Pérez, que en los últimos meses ha reforzado su presencia en este sector gracias a su filial estadounidense, Turner Construction, con la que ha ejectuado más de 28.000 millones de dólares en proyectos relacionados con estas infraestructuras clave para la IA», señala.
Y es que, según comenta Hostaled, la entrada de GIP supone un «salto cualitativo», permitiendo a ACS aprovechar sinergias y recursos financieros de uno de los mayores gestores mundiales de infraestructuras. «Este movimiento busca capitalizar el boom de la inteligencia artificial y el fuerte incremento de demanda de centros de datos asociados a servicios críticos en tecnología y conectividad».
«ACS está mostrando capacidad para adaptarse a los nuevos patrones de demanda, impulsar la colaboración público-privada y mantener una gestión prudente de riesgos y financiación. El reto para los próximos ejercicios será consolidar esta visión, mantener el ritmo de adjudicación de proyectos y equilibrar las inversiones con una política financiera responsable», concluye Hostaled.
