Desde la compañía explican que el beneficio fue impulsado por las operaciones continuas y la no repetición de las pérdidas del periodo anterior por operaciones discontinuadas. Mientras, el beneficio operativo registró un crecimiento del 7%, un 24% a tipos de cambio constantes, hasta los 2.400 millones de euros.

Cifras que, como añaden, se sustentan en una sólida contribución de las ventas y una continua disciplina de costes, mitigando el impacto de las dificultades macroeconómicas sobre el margen bruto en el primer semestre. Y que compensan la disminución del margen bruto, causada principalmente por las importantes fluctuaciones cambiarias desfavorables y el aumento de los costes de las materias primas, especialmente el oro, y en menor medida por los aranceles estadounidenses adicionales, que se vieron parcialmente compensados ​​por las subidas de precios durante el periodo.

Las ventas fueron de 10.600 millones de euros, con un aumento del 10% a tipos de interés constantes y un 5% a tipos de cambio reales, y creciendo en todos los canales de distribución. Las casas de joyería del grupo (Buccellati, Cartier, Van Cleef & Arpels y Vhernier) registraron una subida del 9% en las ventas totales durante el primer semestre del año, un 14% más a tipos de cambio constantes.

La posición de caja neta se situó en los 6.500 millones de euros, lo que supone un aumento de 400 millones de euros respecto al 30 de septiembre de 2024, con un flujo de caja de 1.900 millones de euros generado por actividades operativas.

«En el primer semestre del ejercicio fiscal, Richemont obtuvo un sólido desempeño en un contexto macroeconómico y geopolítico persistentemente complejo«, ha señalado el presidente de la compañía, Johann Rupert, «impulsado por un crecimiento de ventas de dos dígitos en Europa, América y Oriente Medio, tanto a tipos de cambio reales como constantes».

Remarca que, «en un contexto de importantes fluctuaciones cambiarias, mayores costes de materias primas y, en menor medida, el efecto inicial de los aranceles adicionales de EEUU, las casas de joyería implementaron aumentos de precios moderados, gestionando sus costes con eficiencia. Gracias a un sólido crecimiento de las ventas, lograron mitigar el impacto negativo de las coyunturas externas y obtener un resultado operativo de 2.500 millones de euros en el primer semestre».

De cara al futuro, reconoce que «resulta evidente que tendremos que seguir afrontando tiempos de incertidumbre, dado que las sendas de recuperación siguen siendo inestables, por ejemplo en China, y que las presiones externas no dan señales de amainar. Gestionar la incertidumbre seguirá exigiendo agilidad y disciplina, sobre todo ante comparaciones exigentes».

SUPERA A SUS COMPETIDORES

«Richemont supera a sus competidores en los resultados del primer semestre», apunta Jelena Sokolova, analista sénior de renta variable de Morningstar, que cree que «obtuvo un desempeño sobresaliente».

Como explica, «parte de este crecimiento se debió a los aumentos de precios para compensar el incremento en los costes de las materias primas y los aranceles. Sin embargo, el enfoque más prudente de Richemont en materia de precios durante la pandemia, en comparación con sus competidores, le ha brindado mayor flexibilidad en la actualidad, lo que ha contribuido a su sólido desempeño».

Bajo su punto de vista, «esta resiliencia ante la desaceleración del sector de lujo destaca la fortaleza de Richemont para atender a clientes adinerados y menos sensibles a la economía, así como su liderazgo en nichos de mercado con crecimiento estructural, como la joyería».

Por su parte, desde Bankinter opinan que Richemont «es un caso particular dentro del sector del lujo. La joyería (73% de las ventas y 90% del EBIT del grupo aproximadamente) es menos volátil y más resistente en momentos de incertidumbre que otras categorías de lujo porque es más atemporal y actúa como reserva de valor». En su caso, elevan la recomendación a ‘comprar’ desde ‘neutral’.

Por tradeo