Brainard ha recordado que el banco central estadounidense «movió la política hacia territorio restrictivo a un ritmo rápido y posteriormente redujo el ritmo de aumentos en el rango objetivo en su reunión más reciente», como hizo en diciembre, lo que le permite «evaluar más datos a medida que se acerca la tasa de referencia a un nivel lo suficientemente restrictivo«.
«Hay alguna evidencia reciente de que los componentes persistentes de la inflación en los bienes básicos y los servicios distintos de la vivienda, en particular el transporte, la recreación y los servicios de alimentación y alojamiento, se han comportado de manera similar, alcanzando un máximo a principios de 2022 y disminuyendo constantemente desde entonces», ha destacado durante su intervención en Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago.
Además, ha valorado que «es probable que el lastre para el crecimiento y el empleo de EEUU debido a la política monetaria aumente en 2023 debido a los retrasos en la transmisión», puesto que «si bien las condiciones financieras se ajustan de inmediato para reflejar los cambios reales y esperados en la política monetaria, el ajuste completo de la producción, el empleo y la inflación ocurre con un retraso».
En lo que respecta al mercado laboral, ha subrayado que «las recientes caídas en el promedio de horas semanales, los servicios de ayuda temporal y el crecimiento de las nóminas mensuales sugieren señales tentativas de que la demanda laboral se está enfriando».
«Hay señales de que el crecimiento de los salarios se está moderando. El crecimiento en las ganancias promedio por hora se ha suavizado recientemente. Estaré atenta para ver si los datos del índice de costes laborales a finales de este mes muestran que la desaceleración desde el tercer trimestre continúa hasta el cuarto trimestre», ha concluido.