La ‘startup’ de Sam Altman, epicentro del ‘boom’ de la IA, ha firmado acuerdos por valor de 1,4 billones de dólares para garantizar capacidad de cómputo, chips y centros de datos en los próximos años. Pero sus ingresos actuales apenas alcanzan los 13.000 millones. La diferencia no solo es abismal: es estructural.

UNA MONTAÑA DE COMPROMISOS CON NOMBRES DE GIGANTES

Según el equipo de Trefis, OpenAI se ha comprometido a pagar 250.000 millones de dólares a Microsoft, 38.000 millones a Amazon, 300.000 millones a Oracle y hasta 100.000 millones a Nvidia en financiación progresiva. En conjunto, una estrategia que “ha disparado el optimismo en el sector, pero también ha concentrado un riesgo sin precedentes”.

Cuando un solo cliente se convierte en el sostén de múltiples gigantes tecnológicos, el equilibrio se vuelve frágil”, señala el informe. Las acciones de Microsoft, Amazon y Nvidia representan ya más del 20% del peso total del S&P 500, y buena parte de sus subidas en 2025 se apoyan directamente en los acuerdos firmados con OpenAI.

«EL CASTILLO DE NAIPES DE LA IA»

El riesgo, advierte Trefis, es claro: “Si OpenAI tropieza, el mercado entero podría tambalearse”. Una interrupción en sus pagos o una revisión forzosa de compromisos podría provocar una corrección del 20% al 30% en el índice estadounidense.

La metáfora elegida por los analistas es tan visual como certera: “Es como vender todo un ferrocarril a una empresa minera que aún no ha encontrado el oro, pero promete pagarte con los beneficios futuros.

El mercado, explica Trefis, ha descontado beneficios masivos en los balances de Microsoft, Amazon, Oracle y Nvidia sin tener en cuenta el riesgo de que esos ingresos dependan de una sola compañía con una brecha financiera monumental.

«EL ENTUSIASMO HA SUPERADO EL ANÁLISIS»

De los 1,4 billones comprometidos, solo hay 140.000 millones respaldados por acuerdos firmes de financiación, procedentes de SoftBank y Nvidia. El resto es una incógnita. “OpenAI podría recurrir a fondos soberanos, pero confiar en usuarios de ChatGPT Plus pagando 20 dólares al mes para financiar esta expansión es una ilusión”, ironizan los autores.

Y, sin embargo, los inversores siguen alimentando la narrativa alcista. Oracle sube un 42% en lo que va de año, Amazon un 14%, y Microsoft un 21%, impulsadas por su exposición a la IA. “El entusiasmo ha superado al análisis”, resume Trefis.

¿UNA BURBUJA A PUNTO DE ESTALLAR?

El informe matiza que no todo es catástrofe: el sistema financiero global acumula 18,5 billones de dólares en depósitos y 7,4 billones en fondos monetarios, un colchón que podría amortiguar un golpe de liquidez si OpenAI busca financiación. Pero el mensaje central es inequívoco: los mercados están ignorando el riesgo de concentración.

Los inversores deben preguntarse si los ingresos por IA son recurrentes o dependen de un solo cliente con capacidad limitada de pago”, recalca el análisis. La diferencia, dicen, “es de día y noche”.

DIVERSIFICAR O DESPERTAR

Trefis concluye con una advertencia a los inversores que se refugian en las llamadas “acciones seguras” de la inteligencia artificial: “En esta nueva carrera tecnológica, incluso los proveedores están asumiendo riesgos binarios. Un impago de OpenAI sería un evento sistémico para toda la cadena de valor de la IA.

La lección final es clara: la diversificación vuelve a ser el antídoto más sensato. Apostar todo a los grandes nombres del momento, Microsoft, Nvidia, Amazon, equivale a confiar en que una sola ‘startup’ podrá sostener el peso de la revolución tecnológica.

Y como recuerda el equipo de Trefis con ironía: “Soñar en grande está bien. Pero si tu sueño vale 1,4 billones de dólares, más te vale mantener los ojos bien abiertos.

Por tradeo