El Ebitda, por su parte, se ha situado en 4.224 millones de euros, lo que representa un 9% más que la cifra cosechada de enero a septiembre del año anterior. Y la generación de caja también ha registrado un ascenso del 29% hasta septiembre, situándose en 3.437 millones de euros, de forma que «es más que suficiente para cubrir las necesidades de inversiones orgánicas e inorgánicas (2.400 millones en términos brutos)».
La deuda neta se sitúa en 10.300 millones de euros, un 11% más que a cierre de 2024. Precisamente, comenta la compañía, la evolución de la deuda neta «refleja el pago de dividendos (aproximadamente 1.500 millones de euros) así como la ejecución del segundo tramo del plan de recompra de acciones (aproximadamente 450 millones de euros)».
La ratio de apalancamiento (deuda neta respecto al ebitda de los últimos 12 meses) se mantiene en 1,8 veces, misma cifra que a final del pasado ejercicio.
«Endesa ha concluido los nueve primeros meses con una sólida evolución de sus principales indicadores financieros que le permiten reconfirmar al mercado sus previsiones para el conjunto del ejercicio en su rango alto: hasta 5.600 millones de euros de beneficio bruto de explotación (Ebitda) y 2.000 millones de resultado neto», ha remarcado la compañía en una nota.
Asimismo, ha destacado que continúa avanzando en la estrategia de uso eficiente de capital con el cierre de dos operaciones en los últimos meses: la compra del 100% de la compañía eólica Cetasa, en la que ya poseía un 37,5% del accionariado; y la venta de un 49,99% de un paquete de plantas solares en funcionamiento a Masdar.
«Se ha firmado igualmente la adquisición de la comercializadora energética del grupo MasOrange, pendiente de obtener la autorización de la CNMC», ha recordado la compañía, que también ha apuntado que dentro del programa de recompra de acciones de 2.000 millones de euros aprobado en la Junta de Accionistas de este año, se ha lanzado el tercer tramo por hasta 500 millones, con un plazo temporal de ejecución hasta el próximo 28 de febrero.
En lo que respecta a la evolución del mercado eléctrico entre enero y septiembre, Endesa ha subrayado dos tendencias. Primero, la de crecimiento de la demanda, que se sitúa en términos ajustados en el 1,8% a nivel peninsular, y en el 2,5% en el área de distribución de Endesa en la Península.
«La recuperación del consumo del sector industrial y servicios -este último gracias, entre otros, a la conexión de centros de datos-, así como el mayor consumo residencial derivado del alza de temperaturas el pasado verano sustentan este incremento», comenta Endesa, que destaca especialmente la llegada de nueva demanda industrial como vector de consumo.
En segundo lugar, y en cuanto a los precios medios del pool eléctrico, se han situado en 63 euros/MWh en los nueve primeros meses del año, lo que supone un alza interanual del 21%. A esa cantidad hay que sumar, igualmente en promedio, otros 17 euros de costes de servicios auxiliares, «fundamentalmente derivados de la denominada operación reforzada que está realizando el operador del sistema desde el apagón del 28 de abril». Con todo ello, el precio medio eléctrico es de 80 euros/MWh de enero a septiembre.
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APAGÓN Y SUS CONSENCUENCIAS
Precisamente, respecto al apagón del pasado mes de abril, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha señalado que «sigue sin estar claro durante cuánto tiempo mantendrá el operador del sistema su operación especial anti-apagones, que supone un sobrecoste relevante para el sistema«, aunque no ha detallado cuánto le ha supuesto a la compañía.
Endesa cree que «se deberían considerar algunas lecciones aprendidas tras el incidente», entre ellas que el sistema eléctrico español «es seguro, pero es necesario actualizar su operación tras producirse cambios estructurales derivados de la presencia dominante de tecnologías renovables».
«En este nuevo escenario, es crítico reconsiderar el previsto plan de cierre de la flota nuclear, que se inicia en Almaraz. Esta planta se ha revelado como clave para reforzar la seguridad de suministro debido a su localización en un área geográfica con una gran producción renovable», ha añadido el directivo.
Asimismo, Bogas ha aprovechado para referirse a la nueva propuesta de retribución para la red de distribución para el periodo 2026-2031, que debe estar aprobada antes de final de este año. Esta segunda propuesta, aunque contiene algunas mejoras, «sigue sin adecuarse a la ambición y urgencia que requiere la consecución de los objetivos de descarbonización y electrificación de la política energética del país», destaca Endesa.
Según Bogas, hay varios argumentos que sustentan la petición de una mejora de la propuesta de modelo retributivo, como el hecho de que las peticiones de conexión a la red de distribución siguen creciendo. También que se necesita acelerar la inversión en redes para no comprometer los objetivos de electrificación.
«Se necesita un marco retributivo justo y razonable acorde al desafío que afrontamos. Además, la actualización pendiente de la tasa de retribución debe resolver con urgencia las asimetrías con otros países europeos y con otros sectores regulados en España», ha comentado Bogas.

