En el foco de los inversores están las negociaciones con la Unión Europea (UE), para las que Rosa Duce, Chief Investment Officer de la entidad en España, muestra su optimismo. «Es un acuerdo complejo porque la UE tiene que tener una politica exterior común entre los Estados miembros, pero esperamos que se alcance un acuerdo«.

«La incertidumbre es muy grande, a corto plazo la volatilidad está servida, sobre todo, si llegamos al día 9 de julio y no hay acuerdo con la UE o Japón; si esto sucede y se imponen aranceles recíprocos, el mercado se lo va a tomar muy mal porque son dañinos», agrega Duce, quien también reconoce que «puede pasar lo mismo que la otra vez, esto es, que se aplacen».

Con todo, desde el banco alemán no creen que el mercado pueda volver a los mínimos de abril, ya que, según indica Alejandro Vidal, Head Investment Manager de Deutsche Bank España, los inversores descuentan que va a haber aranceles más altos de los había hasta ahora, pero que no van a ser desorbitados.

En este sentido, Duce explica que desde la entidad sitúan en el 13-14% la tasa arancelaria media, una cota que «el mundo es capaz de aguantar». No obstante, considera que se necesita «claridad para que los agentes económicos puedan tomar decisiones con toda la información».

Por ello, la estratega enfatiza que todavía se necesita tiempo para conocer cuál va a ser el impacto económico de estos aranceles, puesto que primero se tienen que dirimir los acuerdos, pero sí ha avanzado que su «previsión es que el impacto económico no va a ser tan grande«. «Habrá aranceles más altos de los que teníamos antes pero no tan altos como para llevar al mundo a una receisión», sentencia.

EVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA

Así, con este telón de fondo, Deutsche Bank prevé que España cerrará 2025 con un aumento del PIB del 2,2%, muy por encima de economías de su entorno como Francia (0,6%), Italia (0,4%) o Alemania (0,3%) y el doble que la media de la eurozona (1,1%). Este crecimiento continuará en 2026, con una previsión de incremento del PIB del 2% en España frente al 1,4% de la zona euro.

«La sólida demanda interna, respaldada por una menor inflación y menores costes de endeudamiento deberían seguir sentando las bases para un mayor crecimiento. Aun así, las tensiones en el inicio de las conversaciones comerciales entre Bruselas y Washington están afectando el sentimiento empresarial y marcarán también el futuro europeo en el corto plazo». señala Duce.

Precisamente, la entidad alemana espera que la inflación de la zona euro se mantenga cerca del objetivo del 2% del BCE en 2025 este año y el próximo; mientras que para EEUU anticipa que las presiones sobre los precios aumenten en el segundo semestre de 2025 a medida que los aranceles más altos se transmitan a la economía. Esto podría llevar la inflación al 3,3 % en 2025.

Con estas perspectivas macro, en Deutsche Bank remarcan que los bancos centrales tienen un papel díficil. En el caso del BCE, ven posible un nuevo recorte de tipos en los próximos cuatro trimestres, es decir, reduciendo el tipo de la facilidad de depósito al 1,75%.

La Reserva Federal (Fed), por su parte, tiene «un problema con la inflación y las expectativas de inflación», comenta Duce. «Powell es muy cauteloso, pero vemos 100 puntos de bajada de aquí a junio del año que viene, con la primera rebaja en septiembre aunque no descartamos una en julio en función del dato de inflación».

Para China, la previsión de crecimiento del banco es «bastante baja, aunque puede haber sorpresas positivas». De este modo, sitúan el PIB de 2025 en el 4% (por debajo del objetivo del 5% del gobierno chino), y en el 3,8% para 2026.

ESTRATEGIA DE INVERSIÓN

Ante este contexto, en Deutsche Bank se mantienen ‘infraponderados’ en todas las bolsas, pero muestran su preferencia por Europa (y Alemania) donde destacan los valores industriales, bancos, infraestructuras y small caps. Respecto a EEUU, siguen viendo atractivo en los valores tecnológicos pese a los aranceles, puesto que estas compañías mantienen sus grandes inversiones, fundamentalmente en IA.

Sobre la renta fija (‘sobreponderar’), se decantan por la calidad. «Nuestra apuesta ahora mismo es por la calidad y además por la calidad de nuestra propia divisa, y aconsejamos deuda de calidad, apuesta por deuda en euros de muy alta calidad tanto en gobiernos como en empresas«, subraya Vidal.

«En renta fija destacan para el segundo semestre las altas rentabilidades de los bonos soberanos tanto en EEUU como en Europa, en medio de la presión fiscal y el aumento de las primas por plazo», añade.

Concretamente, el Bund alemán tendrá rentabilidades elevadas debido al aumento de las emisiones para financiar el gasto fiscal en defensa, infraestructura e iniciativas de transformación, lo que se espera una rentabilidad de 2,50% para junio del año que viene. En cuanto a EEUU, se espera una rentabilidad del Treasury a 10 años del 4,5%, aunque con posibles movimientos puntuales por encima de ese nivel ante las perspectivas de más deuda ligada al nuevo paquete fiscal.

Por otro lado, para el oro, en Deutsche Bank ponen énfasis en que la incertidumbre actual sobre los aranceles y su impacto en la economía mundial potencia su atractivo como «valor refugio». «Aunque en el futuro pueda haber toma de beneficios o reveses de precio puntuales, es probable que se mantenga la alta demanda», ha expuesto Vidal. La previsión que manejan desde la entidad alemana es de 3.700 USD/oz para junio de 2026.

Por último, y en relación con los precios del petróleo, desde la entidad observan que siguen siendo moderados, ya que las perspectivas de crecimiento de la demanda se han visto debilitadas por la agitación del comercio mundial. Esto debería desacelerar el crecimiento de la oferta fuera de la OPEP+ desde los niveles extremadamente robustos observados el año pasado.

«La crisis en Oriente Medio, dicen que se ha quedado en susto porque la principal correa de transmisión es el petróleo, donde ha tenido un escaso impacto», concluye Vidal.

Por tradeo